Cuando una persona reconocida es padre después de sus 70 años, se pone en boca de todos un cuestionamiento moral y de salud. Esto ocurrió en las últimas horas, cuando se dio a conocer que Robert De Niro fue padre por séptima vez a sus 79 años, y las redes explotaron.
Pero, como es de público conocimiento, De Niro no fue el primero. En Argentina tenemos nuestro propio caso. Cormillot fue padre por tercera vez a sus 82 años. Si seguimos con estrellas internacionales, Mick Jagger a los 76 años tuvo a Deveraux Octavian Basil Jagger, su último hijo nacido en 2016. Otro ejemplo es el de Rupert Murdoch, que a sus 72 años nació Chloé, su última hija. Además, el actor Anthony Quinn a los 81 años fue padre por decimotercera vez.
Más allá del juicio de valor de cada uno, muchos se preguntan qué ocurre con estos hombres que desafían los límites del tiempo, y gracias a su buen estado de salud y, aprovechando el avance de la ciencia, apuestan a la procreación en una edad avanzada.
Es que hace 40 años este escenario era impensado, desde lo científico y cultural. Ahora bien, los tiempos han cambiado y lo impensado se volvió realidad.
Sin embargo, sigue habiendo un prejuicio acerca de la paternidad a avanzada edad debido a los años que estas personas compartirán con sus hijos y los efectos psicológicos en los niños al quedar huérfanos alrededor de sus 20 años.
Teniendo en cuenta el debate y los mitos detrás de ser padre a los 70 años, Vía País se comunicó con Gustavo Frattini, quien trabaja hace 35 años en fertilidad asistida, para conocer más sobre el deseo de tener un bebé a estas edades.
Según señaló el especialista, generalmente la gente que atendió con deseos de ser padres después de los 60 años eran pacientes que nunca tuvieron pareja y están comenzando una nueva, o parejas de hombres divorciados o viudos que se vuelven a juntar y quieren tener hijos. “Es más raro ver hombres solos de esa edad que consulten por su paternidad en centros de fertilidad asistida.”, aclaró.
¿LA FERTILIDAD MASCULINA TIENE LÍMITE?
Es de público conocimiento que la mujer tiene un ciclo fértil delimitado. “Empieza a decaer a los 35 años, mucho más a los 40 años hasta que llega la menopausia, donde ya no producen más óvulos. Ahí no hay ninguna chance después de que tengas un embarazo, al menos con óvulos tuyos.”, explicó Frattini.
Pero con el hombre no es lo mismo. Gustavo aclara que es muy importante tener en mente que “el testículo como cualquier tejido humano se va deteriorando con el tiempo, pero nunca deja de producir espermatozoides y los hombres pueden embarazar en edades adultas.”
Ahora bien, como se ha podido detallar con el paso del tiempo, la paternidad cada vez está más diferida, lo que quiere decir que la gente quiere tener hijos alrededor de los 40 años, cuando el cuerpo no tiene la misma fertilidad que a los 25 o 30. Sin embargo, no hay una recomendación de preservar la fertilidad en el hombre como en la mujer. “A ellas se les aconseja que si prefieren esperar para ser madres a los 35/40 años, congelen óvulos entre los 25 y 30 porque van a ser mucho más fértiles y mejores para cuando quieran ser madres después.”, aconseja el doctor Frattini.
Ahora bien, en el caso de los hombres no se les aconseja que guarden espermatozoides, a no ser que vayan a recibir una quimioterapia por un cáncer que les va a afectar la fertilidad o si se hacen una vasectomía, por si se arrepienten después.
En los últimos 30 años aparecieron técnicas nuevas que “le permiten a hombres que tienen muy poquito de espermatozoides o que no tienen en espermatozoides porque no salen con el semen, sacar espermatozoides del testículo y conseguir un embarazo con eso.”, detalla Gustavo.
¿Existe algún riesgo para el niño?
Uno de los temas que más abre debate en el tema de la paternidad tardía es la salud del niño por nacer. El doctor especialista en fertilidad asistida afirmó que “se supone que algunas mutaciones aparecen en los espermatozoides de la gente mayor, pero no está tan comprobado como en la mujer.”
Por lo tanto, no hay ninguna recomendación formal para los hombres que son padres luego de sus 60 años, como en el caso de las mujeres que son madres después de los 40. A ellas se les aconseja hacerse estudios para corroborar que no haya ninguna anomalía genética en el embrión.