Simón Natanael Alvarenga, más conocido como Callejero Fino, es uno de los máximos referentes del movimiento RKT. Y su historia es bastante particular. El joven oriundo de Derqui saltó a la fama cuando aún cumplía prisión domiciliaria. Privado de la libertad, compuso varios de sus primeras canciones que rápidamente se hicieron virales y acumuló millones de visitas en plataformas como YouTube y Spotify.
En la actualidad, sorprende de forma diaria a los televidentes en el reality gastronómico Bake Off Famosos, realizando maravillosos platos, desde gourmet hasta con olor a hogar, tal como la sopa paraguaya que elaboró, en honor a su familia.
Cómo es la humilde casa donde Callejero Fino creció en su infancia y adolescencia
El artista, que se une a nombres como L-Gante y La Joaqui, creció en Presidente Derqui, en la localidad de Pilar, y enfrentó diversas dificultades antes de convertirse en una figura destacada de la música.
En sus inicios, el cantante vivió en una casa en Uruguay 723. Si se busca en Google Maps, se puede ver la fachada de ladrillos, que incluye una reja, una puerta de metal y un garaje del mismo material.
Alrededor, hay un negocio que parece ser un kiosco o un almacén familiar, el cual tiene una vidriera, un cartel iluminado con luces LED y postes de hierro empotrados en la vereda, que sostienen un toldo de chapa para proteger a los clientes del sol y de las fuertes lluvias.
El momento bisagra en la vida de Callejero Fino
En una reciente entrevista, Callejero Fino confesó cuál fue el punto de inflexión en su vida: “Para mí, esto representa mucho, porque el Luna Park fue un momento bisagra en mi carrera. Lo soñé, pero nunca me lo imaginé, que algún día iba a pisar ese escenario. Y lo cumplí”.
Además, recordó el momento en que le propuso matrimonio a su esposa: “Estaba con arresto domiciliario y anunciamos el Luna Park el día que me sacan la pulsera (electrónica). Fue un día muy importante, un antes y un después”.