Luisana Lopilato y Michael Bublé encontraron su lugar en el mundo. Después de más de una década juntos, la pareja consolidó su vida familiar en una imponente casa ubicada en las afueras de Vancouver, Canadá. Rodeada de naturaleza y diseñada a medida, la propiedad se convirtió en un símbolo de la armonía que lograron construir entre la fama, el amor y la crianza.
La mansión, valuada en más de 10 millones de dólares, es una mezcla perfecta entre modernidad, calidez y conexión con el entorno. Rodeada de cerezos que florecen cada primavera, la casa se mimetiza con el paisaje y garantiza la privacidad que necesitan dos figuras públicas como ellos.

Desde el exterior, ya se adivina el lujo: grandes ventanales recorren toda la fachada y permiten que la luz natural sea la gran protagonista. La arquitectura juega con líneas rectas, espacios abiertos y materiales nobles, en una apuesta por el confort sin ostentación excesiva.

Más detalles sobre la casa de Luisana Lopialto y Michael Bublé
El corazón de la casa es, sin dudas, la cocina. Con una isla central donde se reúnen cada mañana, electrodomésticos de última generación y un diseño minimalista, es el espacio que mejor resume el estilo del hogar: sobrio, elegante y lleno de vida cotidiana.

El parque trasero, otro de los lujos de la propiedad, incluye un jardín amplio ideal para que los chicos jueguen al aire libre. Allí también suelen celebrar reuniones íntimas con amigos, con un gran espacio dedicado a los asados, lejos de los flashes y las cámaras. La mansión también cuenta con un gimnasio privado con todas las máquinas y elementos necesarios para poder tener entramientos completos.

Aunque llevan una vida de perfil bajo, Luisana y Michael suelen compartir pequeños vistazos de su día a día en redes. Entre risas, juegos con sus hijos y alguna que otra receta casera, dejan ver que su verdadero tesoro no está en los metros cuadrados, sino en la familia que construyeron.