Telefe adquirió los derechos del reality Big Brother a principios del 2001. La primera emisión de Gran Hermano Argentina fue el 10 de marzo y generó críticas en el público que lo consideraba “un proyecto cruel” y un “experimento con seres humanos”. No obstante, el rating demostró lo contrario al llegar a cifras inimaginables.
Desde aquella edición del 2001, las reglas del juego cambiaron constantemente. Lo distintivo de esta primera edición era que la casa contaba con un establo, una vaca y un ternero que los participantes debían cuidar. La propiedad alojó a 12 huéspedes y a dos remplazos que tenían por objetivo resistir 112 días.
La casa original era mucho más pequeña que la actual. Había piscina, jardín, dos cuartos y un baño, pero no contaba con sauna y SUM, ni tampoco con máquinas de ejercicio. Sorprendentemente, la segunda edición incluyo el establo, agregando gallinas y dos perros. Ximena Capristo se encariñó tanto con ellos que pidió adoptarlos al finalizar el ciclo.
En la tercera edición, el establo desapareció, las camas se volvieron compartidas y se incorporó la famosa “habitación de los reyes” que contaba con una cama matrimonial. También se agregó la sala de intimidad, donde la producción convocaba de a un concursante para otorgarle alguna sorpresa de la cual no podían decir nada.
Luego de la tercera edición, se frenó la programación hasta el año 2007. Ese año contó con la conducción de Jorge Rial y la casa fue mucho más amplia: contaba con una radio y un SUM donde se organizaban las fiestas semanales y la cena de los nominados.
Cómo es la casa de Gran Hermano 2022
El lunes 17 de octubre, la casa más polémica del país volvió a abrir sus puertas de la mano de Telefe, su canal original, y se armó en un tiempo récord en los estudios Pampa en Martínez.
Tiene 2200 m², lo cual la convierte en la más grande de todas las ediciones. Cuenta con una pileta, sauna, parrilla, máquinas de ejercicio y un lavadero.