Con más de 5.9 millones de seguidores en su cuenta personal de Instagram, Jimena Barón es una de las actrices y cantantes más queridas por el público argentino. Desde el principio supo cómo conquistar con sus diferentes actuaciones y luego se lanzó a la música, para dedicarse a lo que más le gusta: componer y cantar.
Jimena es muy activa en las redes sociales e intenta mostrarse siempre de la forma más natural posible, sus tweets se entremezclan con los de los demás usuarios y sus fotos de Instagram no parecen muy preparadas, lo que le da una impresionante cercanía con su público.

Barón no solo sube contenido en la plataforma de fotos y videos, sino que es heavy user de la aplicación del pajarito celeste. Allí suele comentar los aspectos más graciosos de su vida o incluso compartir fotos exclusivas de su día, su novio y hasta algunas imágenes del baúl de los recuerdos.

En esta ocasión, la intérprete de La Cobra compartió una foto que dejó sorprendidos a sus más de 2 millones de seguidores que acumula en la aplicación. “A la edad de Momo era Momo”, escribió Barón junto a una foto suya cuando tenía ocho años, la misma edad que tiene su hijo Morrison.
La escapada romántica de Jimena Barón y Matías Palleiro, su novio
Semanas atrás Jimena contó en su perfil de Twitter que su novio la llevó de sorpresa a Aeroparque para hacer un viaje de pareja. Y es que Matías y Barón están juntos hace por lo menos un año y ya tacharon muchos destinos juntos.

La pareja viajó a Río de Janeiro sin Momo y disfrutaron de unos días espectaculares es las playas brasileras. Incluso aprovecharon para realizar actividades muy exigentes físicamente como subir a un morro. “Es precioso, bastante salvaje todo, no hay barandas ni nada. Llegamos. La vista es una locura, se ve todo Río 360 grados. Una experiencia increíble”, contó sobre la aventura.