Jerry Lee Lewis, icónico pianista estadounidense, falleció este viernes en su casa del condado de DeSoto, Mississippi. La noticia fue confirmada por su representante, quien señaló que fue por “causas naturales”, lógicas a su avanzada edad: tenía 87 años.
Fue una estrella de la música, famoso por sus transgresiones y sus conciertos tan particulares para la época en que brilló más notoriamente. Con su muerte, sumada a la de Little Richard, en mayo de 2020, se despidieron todas las leyendas surgidas en la década del ‘50.
Días atrás, se publicó una imagen suya, en la cama y ya muy desmejorado. Fue en el marco de su inclusión al Salón de la Fama de la música Country. La condecoración había llegado de manos de otro artista reconocido en el rubro: Kris Kristofferson.
“Jerry Lee Lewis finalmente fue incluido en el Salón de la Fama de la Música Country. Kris y su esposa Lisa fueron lo suficientemente amables como para conducir hasta Memphis y presentárselo a Jerry Lee en persona”, escribieron para dar a conocer el suceso.
Por su parte, Jerry Lee también se refirió al reconocimiento: “Queridos amigos y fans en Nashville: es con profunda tristeza y desilusión que les escribo hoy desde mi lecho de enfermo, en lugar de poder compartir mis pensamientos en persona. Intenté todo lo que pude para desarrollar la fuerza para venir hoy. Lo esperaba con ansias desde que me enteré a principios de este año. Mis más sinceras disculpas a todos ustedes por perderse este excelente evento, pero espero verlos a todos pronto. Ser incluido en el Salón de la Fama de la Música Country es el mayor honor en la música Country”.
Y seguía: “A lo largo de más de 60 años cantando música profesionalmente, el country siempre ha sido el género en el que me sentí más en casa, entre mis compañeros artistas, la radio y los involucrados en la industria. Me siento honrado de ir al Salón de la Fama con algunos de mis héroes, Hank Williams Sr., Jimmie Rodgers, entre otros, sin mencionar tantos amigos increíbles que han sido tan buenos conmigo a lo largo de los años. Gracias a todos por su apoyo y amor y por elegirme en el Salón de la Fama de la Música Country y, sobre todo, gracias a Dios por permitirme experimentar este honor mientras todavía estoy aquí”.
Jerry Lee Lewis fue una leyenda tanto por temas como “Whole Lotta Shakin’ Goin’ On”, que en 1957 lo llevó a la cima del incipiente género y también por la vehemencia con la que tocaba el piano y las muecas que lo hicieron famoso sobre los escenarios.
Su estilo era muy percusivo y rudimentario: llegaba hasta tocar con el taco de su bota las teclas más agudas. Uno de los mejores ejemplos es otro de sus éxitos, “Great Balls Of Fire”.
Por otro lado, su vida tiene varios pasajes de oscuridad, con historias que rompían con los usos y las buenas costumbres de su época. En ese aspecto, por ejemplo, a finales del ‘50 se casó en secreto con Myra Gale Brown, la hija de su primo, el bajista J.W. Brown, cuando la joven tenía apenas 13 años y él 22.
La historia de Jerry Lee Lewis en el rock
Debido a su talento y a los bajos recursos de su familia, sus padres decidieron hipotecar su granja para comprarle un piano. Con apenas 14 años tocó por primera vez en un show organizado por la fábrica de autos Ford; su debut fue con el tema “Drinkin wine, spoo-dee-o-dee”.
A los 17 años, fue enviado a una escuela religiosa de Texas para que se dedique a ese tipo de música. Pero no pudo con su genio y un día interpretó “My God is real”, pero como si fuera un boogie-woogie y fue inmediatamente expulsado.
En el ‘56 viajó a Memphis para probar suerte en el mismo sello en el que estaba fichado Elvis Presley, Sun Records. El 4 de diciembre de ese año grabó varios temas en una sesión compartida con Presley, Carl Perkins y Johnny Cash. Si bien esos registros tardaron décadas en ser publicados, la fotografía de esa sesión hizo que fueran bautizados “El cuarteto del millón de dólares”.
Su primer hit apareció en el ‘57: “Whole Lotta Shakin’ Goin’ On” (compuesto por David Williams), que fue muy bien recibido por el público aunque la autocensura de muchos medios lo dejó fuera de sus grillas, por su alto contenido sexual. La canción siguió sonando y Otis Blackwell y Jack Hammer pensaron en él para escribir otra más famosa: “Great Balls of Fire”.
Cuando lo convocaron para actuar en el Brooklyn Paramount Theatre de Nueva York, como no saldría primero sino luego de Chuck Berry, quiso demostrar que su show sería el más importante. Así, con la excusa de que su mayor éxito se llamaba “Great Balls of Fire”, subió al escenario con una botella de Coca-Cola que, en realidad, tenía combustible para autos y prendió fuego el piano.
Para finales de la década del cincuenta había logrado trascender con “Breathless” y “High School Confidential”. Sin embargo, haberse casado con una chica de 13 años lo condenó y perdió varios contratos. Su compañía discográfica intentó reflotar su carrera, pero no logró alcanzar el éxito de sus comienzos.
Ya en la década del ‘80, las adicciones lo obligaron a internarse en una clínica de rehabilitación. Pero, como un aliciente a ese complicado momento, se lo incluyó en el Salón de la Fama del Rock and Roll, en 1986. Además, la película sobre su vida, que al año siguiente protagonizó Dennis Quaid, se llamó como su mayor hit, Great Balls of Fire! (Bolas de fuego), y fue un éxito de taquilla.
En agosto de 1992, Jerry Lee Lewis llegó a la Argentina para dar un par de conciertos. Su primera actuación fue tan breve que parte del público salió enfurecido y rompió algunos vidrios del frente del teatro Gran Rex. El segundo día, su banda tocó seis o siete temas y recién después salió Jerry Lee que, pese a tener apenas 57 años, no podía sostener un concierto de una hora y media.
Finalmente, como corolario de su carrera, en 2004 se publicó un disco llamado Last Man Standing, de duetos con celebridades como Little Richard, Chris Isaak, Mick Jagger, John Fogerty, Jimmy Page, Bruce Springsteen, Ringo Starr, Neil Young, Keith Richard, BB King y Buddy Guy.