Yeyo de Gregorio es una de las nuevas estrellas del Bailando 2023 y su nombre empezó a tomar relevancia en redes sociales. Sin embargo, el actor lleva muchos años en el medio, pero con un perfil más bajo.
De Gregorio fue uno de los protegidos de Cris Morena y se desempeñó en tiras como Chiquititas, Floricienta y Casi Ángeles, arrancando cuando tenía poco más de cinco años. De adolescente, se volcó al mundo de la comunicación y desde ahí forjó su camino.
Primeros pasos
Yeyo empezó su carrera en el año 2000, cuando tenía seis años, interpretando a un personaje que apareció muy poco en Chiquititas. Los productores captaron su talento y es por eso que se volvió protagonista entre los niños de Floricienta años después.
De más grande, siguió abriéndose paso frente a las cámaras y participó en Casi Ángeles y Esperanza Mía, ambas junto a Lali Espósito.
Debutó en el streaming
De Gregorio supo expandir el horizonte de posibilidades profesionales y se sumó a la lista de famosos que incursionaron en el mundo del streaming. El actor es parte de Biri Biri, de República Zeta, uno de los canales más conocidos en redes y contrario a Luzu TV, de Nico Occhiato.
Tuvo como compañero de trabajo a un mono
La revista Caras contó que Yeyo de Gregorio tuvo uno de los momentos más divertidos de su carrera cuando le tocó ser colega de un mono. Su personaje de Floricienta debía interactuar con el animal, por lo que acordaron varios encuentros semanales antes de grabar.
Aunque todo iba bien, cuando encendieron las cámaras el mono enloqueció y le mordió la mano. Según relató el actor años después, la producción frenó la toma y lograron armar la escena con edición, ya que él se negó a participar otra vez.
Vivió en un hotel
En diálogo con exparticipantes de Gran Hermano, Yeyo de Gregorio blanqueó que se instaló seis meses en un hotel porque se sentía cómodo siendo atendido mientras vivía en él. El joven llegó al lugar tras pasar la noche con una mujer que conoció en una fiesta y optó por instalarse para aprovechar los lujos que se le ofrecían.
“Me levanté y dije, es un departamento esto, tengo que vivir ahí”, expresó De Gregorio. Con 60 mil pesos en el bolsillo, pidió una reunión con el dueño y tras recibir un no como respuesta, aprovechó la relevancia de su nombre y consiguió instalarse en el hotel por un buen tiempo.
Fue vecino de una famosa
De Gregorio estuvo vinculado a La Bomba Tucumana pero no por cuestiones románticas, sino porque eran vecinos. Cuando se instaló en el hotel, tenía al lado a una cantante muy conocida: Gladys.
“A Gladys la conozco desde antes de tenerla de vecina, es como una mamá para mí... me hice amigo del Bombo como a los 14, 15... nos hicimos amigos inseparables y hasta he ido a Tucumán sin que esté Thiago a la casa de Gladys”, relató.
