Golpe al crédito: el Estado ya se queda con uno de cada dos pesos que prestan los bancos

La aspiradora pública va sacando cada vez más pesos de “la calle”. Y las deudas del Tesoro y el Banco Central no paran de crecer.

Golpe al crédito: el Estado ya se queda con uno de cada dos pesos que prestan los bancos
El Estado ya se queda con uno de cada dos pesos que prestan los bancos

El Banco Central y el Tesoro emiten incesantemente deuda para cumplir con sus objetivos de estabilización macroeconómica, con lo que secan la plaza de pesos mientras al sector privado se le dificulta conseguir créditos y esto conspira contra la recuperación económica.

En el primer cuatrimestre del año, por cada 100 pesos que prestó o financió el sector bancario, 50 fueron al sector privado incluyendo todo tipo de crédito; 35 terminaron en el Banco Central (Leliqs y Pases); y 15 fueron al Tesoro (integración de encajes a partir de deuda pública y de la compra de letras con tenencias propias).

El Estado ya se queda con uno de cada dos pesos que prestan los bancos
El Estado ya se queda con uno de cada dos pesos que prestan los bancos

En igual período de 2020, al menos 58 de cada 100 pesos que prestaban los bancos fue al sector privado, indica un análisis de la consultora económica Equilibra, que lidera el economista Martín Rapetti.

El stock de Letras de Liquidez del Central ha crecido 153,9% en los últimos doce meses, ubicándose actualmente en 5,0 billones de pesos. Y los Pases Pasivos de la entidad cayeron 55,6%, a 718.280 pesos. En total, la deuda del Banco Central creció 60% en un año y se ubica en los 5,8 billones de pesos. Es un 133% más grande que la cantidad de billetes y monedas que están en poder del público.

Esta deuda remunerada es emitida por la entidad que conduce Miguel Pesce para ir esterilizando la impresión de billetes que hace para financiar el déficit del Tesoro Nacional y, también, pagarles a los bancos los intereses que generan las mismas Leliq.

La aspiradora  pública va sacando cada vez más pesos de “la calle”. Y las deudas del Tesoro y el Banco Central no paran de crecer.
La aspiradora pública va sacando cada vez más pesos de “la calle”. Y las deudas del Tesoro y el Banco Central no paran de crecer.

Qué pasa con el Tesoro

Entre enero y mayo, el ministerio de Economía enfrentó vencimientos por 2,89 billones de pesos. Como logró hacer colocaciones por un total de 3,54 billones de pesos, al Gobierno le quedaron unos 647.026 millones de pesos para financiar el déficit.

Desde que arrancó el año y a fuerza de tasas que van subiendo en sintonía con los movimientos que registra la inflación, la cartera que conduce Martín Guzmán acumula una tasa de refinanciamiento que asciende a 122%.

Mayo fue el mes más exigente del año para el Tesoro: se afrontaron vencimientos por 920.020 millones de pesos. Para junio hay que cubrir 629.091 millones de pesos. La primera licitación de este mes será el martes 14.

Si se mira en forma panorámica sobre todo el 2022, el Estado está obligado a refinanciar –porque no puede pagar- títulos públicos en moneda nacional por el equivalente a nada menos que 47.755 millones de dólares.

Estimaciones privadas indican que la emisión neta de deuda en pesos terminará este año entre 1,2 y 1,5 billones de pesos. Así, al tipo de cambio oficial, el pasivo del Estado nacional crecería en el equivalente a más de 10.000 millones de dólares en 2022.

La aspiradora  pública va sacando cada vez más pesos de “la calle”. Y las deudas del Tesoro y el Banco Central no paran de crecer.
La aspiradora pública va sacando cada vez más pesos de “la calle”. Y las deudas del Tesoro y el Banco Central no paran de crecer.

La competencia por el crédito

Jorge Vasconcelos, economista del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de Fundación Mediterránea, analizó que la economía se recuperó con una variación del PIB de 10,1% en 2021, pero el crédito al sector privado tuvo un papel secundario.

¿Por qué se creció en esa tasa? Vasconcelos identifica como determinantes la normalización de actividades más afectadas por la pandemia en 2020 y la mejora de los términos de intercambio, con exportaciones que se incrementaron en 23 mil millones de dólares en un año.

En 2022, la influencia de aquellos motores se debilita, aparecen nuevos riesgos para el nivel de actividad, caso de la aceleración inflacionaria y los cuellos de botella para la producción que significan la escasez de energía e insumos, “pero lo que no cambia es el desplazamiento que sufre el crédito al sector privado por la aspiradora de fondos que sigue a pleno desde el Estado”, dijo el economista.

Un estudio del IERAL indica que el stock de crédito en pesos al sector privado se achicó un 20% en términos reales entre enero de 2019 y abril de 2022; mientras los préstamos en dólares se contrajeron 81% en igual período.

El Banco Central y el Tesoro emiten incesantemente deuda para cumplir con sus objetivos de estabilización macroeconómica (LaVoz/Archivo)
El Banco Central y el Tesoro emiten incesantemente deuda para cumplir con sus objetivos de estabilización macroeconómica (LaVoz/Archivo)

De este modo, el consolidado del crédito al sector privado (pesos más “argendólares”) ha caído nada menos que un 37% en términos reales entre principios de 2019 y los últimos datos de 2022.

Un estudio realizado por la consultora Orlando Ferreres y Asociados muestra que la inversión bruta creció un 15,3% en el primer cuatrimestre, alcanzando el 20,7% del PIB. Pero este último es un nivel que la inversión no ha podido superar (pandemia de por medio) desde principios de 2019, en sintonía con la reducción del crédito al sector privado.

Datos del Banco Central actualizados hasta marzo indican que el saldo de crédito en pesos al sector privado se redujo 1,9% real, respecto de febrero, permaneciendo sin cambios significativos en términos interanuales, con un alza de apenas 0,9% real.

Economistas de la consultora Equilibra indicaron a este medio que los préstamos en pesos al sector privado cayeron en términos reales durante los últimos tres meses y acumularon una merma de 5% en el primer cuatrimestre respecto a diciembre 2021.

En ese lapso, los bancos aumentaron significativamente sus tenencias de deuda pública (especialmente los privados), y la integración de encajes a través de instrumentos del Tesoro pasó de representar el 4% de los depósitos en diciembre pasado al 5,9% en abril, indicaron desde Equilibra.

En esta consultora explican que el tiempo promedio de colocaciones a plazo del sector privado se viene acortando y ya se ubica por debajo de los dos meses, “dificultando la canalización de fondos prestables hacia nuevos créditos, especialmente los de implican mayores plazos de repago”.

Con la idea de estimular el crédito destinado a la producción, el Central prorrogó la Línea de Financiamiento para la Inversión Productiva (LFIP), instrumento por el cual se han generado desembolsos por más de 2 billones desde su implementación en octubre de 2020 en unas 251.900 empresas.

Por otro lado, según el último Informe sobre Bancos del Central, el crédito al sector privado denominado en moneda extranjera continuó perdiendo relevancia en marzo en el activo total de las entidades, ubicándose en “valores históricamente bajos”.