Si de historias delicadas y difíciles hablamos, la de Luciano Mavilla es una de esas que asombran pero que muestran que la Fe y el amor por alguien pueden lograr milagros, y eso es lo que ha sucedido. Para poner en contexto el “milagro” de Luciano nos remontamos a un tiempo atrás.
El joven de 20 años sin enfermedades preexistentes, contrajo Covid - 19 en el inicio del mes de Septiembre, Luciano tenia colocada la primera dosis de la vacuna una semana anterior al contagio lo que no generó la función especifica, y es donde se intensificaron los síntomas respiratorios y se diagnostica una neumonía grave COVID+, y desde el primer momento tuvo necesidad de asistencia respiratoria.
Allí comienza la historia, porque su cuerpo produce un neumotórax bilateral lo que requirió un procedimiento quirúrgico. Su cuadro empeoró y evolucionó a requerimiento de intubación y asistencia mecánica ventilatoria. En ese momento es trasladado al Hospital Iturraspe de San Francisco, acompañado de su mamá María Laura Gaetan de profesión enfermera. En el viaje Luciano tiene un paro cardiaco, es reanimado y logran internarlo en el nosocomio.
Ahí no termina, la historia, el cuadro empeora, ya que no responde a las maniobras que los colegas podían realizar en ventilación mecánica, sus pulmones estaban dejando de funcionar y ahí personal de terapia intensiva del Hospital Iturraspe deciden la derivación a Córdoba Capital.
Los profesionales de la salud realizaron todo tipo de procedimiento para que Luciano siguiera con vida, como comentan en la red Facebook aparece el Dr. Rafael Ávila, Jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Privado Universitario de Córdoba , especialista en Terapia Intensiva y creador en Santa Fe de la primera unidad de soporte extracorpóreo del país. Este programa funciona las 24hs durante los 365 días al año, asiste desde recién nacidos a adultos mayores.
Luego de todos los tratamientos y de que los profesionales le habían informado a sus familiares que su estado era extremadamente grave y que sus posibilidades era pocas, el milagro se manifestó. Tanto Luciano como su familia no bajaron los brazos y le robaron una carta más a la muerte. Al inicio de Noviembre, Luciano recibía el alta y su mamá compartía la excelente noticia.
Ya en su hogar, el joven fue visitado por el intendente Gustavo Benedetti y la viceintendente María José Esposito, y el primer mandatario manifestó “Hoy quisimos pasar a saludar a Luciano Mavilla, después de su llegada de San Francisco y Córdoba donde tuvo días en terapia que fueron bastantes difíciles. Me emocioné mucho al escucharlo hablar, contarme lo que tuvo que pasar, me sorprendí que pese a todo tiene una fortaleza que motiva y es sin dudas admirable. Como padre me movilizó mucho escucharlo, sentir las ganas que tiene y sobre todo destacar el apoyo de su familia, su mamá, una leona que peleó hasta el último para traer a Luchi a su hogar”.