Wanda Nara y Mauro Icardi siguen de viaje por Zanzíbar, África, y comparten por separado momentos de su idílica aventura por exóticos lugares rodeados de naturaleza salvaje y animales autóctonos.
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Así los vimos admirar la naturaleza en safaris realizados en jeep, disfrutar un trago en un picnic o descansar en una pileta o en hoteles del lugar.
Ahora, Wanda publicó una foto en un spa de Zanzíbar donde se la ve con un micro traje de baño negro con corpiño de tiras que ajustan en la espalda y bikini muy cavada con tiras a los costados al tono.
La fotografía fue tomada de noche y la modelo está en un jacuzzi que da al exterior donde se ven varias plantas. Wanda mira a la cámara con picardía y lleva el pelo recogido, con mecha a los costados.
“Me quedaría a vivir en la jungla”, suspira la rubia en el epígrafe. Pero el detalle destacado es que el corpiño casi no se ve, por lo que Nara juega con la censura de la red social.
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Rápidamente su cuenta se llenó de “Me gusta” y ya superaron los 382 mil. En cuanto a los comentarios son miles y de lo más originales.
“Yo estuve con un amigo y no me funcionó”, “Todos queremos ser vos”, “Un fuego y me quedo corta” o “Qué hermosa” fueron solo algunos de ellos.
Mientras que en la cuenta de Icardi, que también está disfrutando los días de descanso y lo comparte con sus fans, muchos lo criticaron por mostrarse en varias imágenes junto a estrellas de mar y sacándolas del agua.
El inconveniente de Wanda Nara y Mauro Icardi
En medio del relax de las vacaciones y los momentos placenteros sin los hijos, Wanda contó un problema que la tiene preocupada.
La historia que compartió lleva la leyenda de: “Nos quedamos sin, ¿cómo hago?” y luego tuvo que explicar la situación que tanto los apena.
Claro, no parece ser un motivo muy grave por la cara que pone, y se trata más bien de una humorada. Es que la pareja se quedó ... sin yerba en el medio del viaje.
La pareja disfrutó de los bellos atardeceres de Tanzania, de las playas de Zanzíbar y descansaron de la rutina de Italia, donde está su hogar.
Pero ninguno de los dos puede estar sin tomar mate y, pese a que llevaron varios kilos de yerba, ahora evidentemente se quedaron sin stock.
Salvo que alguno le acerque un paquete deberán esperar a volver para disfrutar de una nueva “mateada”.