La Justicia de Chubut comprobó que la jueza Mariel Suárez estuvo efectivamente a los besos con un preso

El Superior Tribunal de Justicia elaboró un informe donde se probó que la jueza estuvo a los besos con el preso “Mai” Bustos. Además se comprobaron que hubo dos encuentros entre ellos y se establecieron las normas que rompió la magistrada por su conducta.

La jueza Mariel Suárez, acusada de besar a un preso
La jueza Mariel Suárez, acusada de besar a un preso

La jueza comodorense Mariel Suárez, conocida por haber sido grabada a los “besos” con el condenado a cadena perpetua Cristian “Mai” Bustos, volvió a estar en el ojo de la tormenta. Esta vez el Superior Tribunal de Justicia probó que la magistrada visitó a Bustos en dos ocasiones y que se besaron en ambos encuentros.

En el informe enviado al Consejo de la Magistratura se detalló que la magistrada Suárez estaba de turno y para evitar presidir una audiencia de control de detención, argumentó estar enferma. Sin embargo la realidad fue que había viajado hasta la cárcel donde se encontraba Bustos quien un día antes había sido condenado a cadena perpetua por el Tribunal que ella misma dirigía, consignó La Jornada.

La Justicia de Chubut probó que la jueza besó al preso y lo visitó en la cárcel en dos ocaciones.
La Justicia de Chubut probó que la jueza besó al preso y lo visitó en la cárcel en dos ocaciones.

Otra de las especificaciones del informe, cuya investigación fue dirigida por la jueza Flavia Trincheri, fue que el día 29 de diciembre de 2021 la jueza Mariel Suárez se presentó en la cárcel con su credencial y fuera del horario de visitas. Argumentó que su intención era escribir un libro acerca de Bustos. En el informe se destacó que dicho encuentro fue “deslucido y desajustado”. En el lugar había varias sillas y un escritorio, pero la jueza y el preso se sentaron en el piso y muy cerca uno del otro.

“Mientras conversaban, se besaban: él acarició su cabello y la Dra. tomó fotografías tipo selfie de ambos con un celular”, agregó el informe. Además se destacó que al día siguiente se volvieron a encontrar, esta vez con un mayor conocimiento del espacio y de donde debían sentarse. “Ya conociendo el lugar se sentaron en sillas en una ubicación tal que no podía ser tomada por las cámaras”.

El informe confirmó que la jueza besó al preso en la cárcel

Los encuentros entre Suárez y Bustos fueron sin el conocimiento de la defensora del preso, Valeria Ponce ni el fiscal de la causa Fidel González. A partir del informe realizado por el Superior Tribunal de Justicia, la jueza Trincheri dictó cuales fueron las normas violadas por su colega, Mariel Suárez.

Según indicó TN, la magistrada comodorense fue imputada por violar el artículo 10 inciso B del Reglamento lnterno General: “Observar una conducta decorosa compatible con la dignidad de la función judicial”. También el artículo 13 de la Ley de Ética de la función pública: “Deber de conducirse apropiadamente en público” y el artículo 17 del Código de Procedimientos Penal: “Igualdad entre las partes e imparcialidad”.

La jueza argumentó que estaba enferma y no asistió a una audiencia. En ese momento estaba en la cárcel visitando a Bustos.
La jueza argumentó que estaba enferma y no asistió a una audiencia. En ese momento estaba en la cárcel visitando a Bustos. Foto: Web

Suárez estuvo dos días en Trelew mientras que era jueza de turno en Comodoro Rivadavia y durante esos días no pidió licencia ni reemplazo. En esos días había una audiencia con un detenido y Suárez se aucentó justificando que se encontraba enferma. Sin embargo aquel 30 de diciembre a las 8.24 horas, estaba en el penal “llevando adelante tareas académicas que no justificaban de manera alguna que se alejara de su función”.

La jueza llegó a la cárcel con sanguchitos, caramelos y un budín para el preso “Mai” Bustos

La mujer llegó a la cárcel y en una de las cámaras, el oficial vio un saludo “no habitual” entre Suárez y Bustos: “se toman de la cintura, se dan un beso en la mejilla y se sientan en el suelo detrás de un escritorio. Se acercan demasiado uno al otro, presumiendo que se dan un beso”.

En el acta se labró que uno de los cabos de la Sección Visitas sostuvo que Suárez llegó con una computadora, su celular, sanguichitos, caramelos y un budín. Su jefe de turno le dijo que “estuvieron muy cerca, parecía que se estaban besando y por eso los filmó”.

Un subcomisario dijo en el sumario que tenía conocimiento de que Suárez estaba escribiendo un libro sobre Bustos y se dirigió a la cárcel para ejecutar la entrevista por lo que les dio un espacio con mesa y sillas para llevarla adelante. Sin embargo su jefe de turno le comentó las actitudes “no acordes” con Bustos y decidieron hacer un informe y elevarlo a Políticas Penitenciarias.

Cristian "Mai Bustos" había sido condenado por el crimen de su hijastro y por el asesinato de un policía.
Cristian "Mai Bustos" había sido condenado por el crimen de su hijastro y por el asesinato de un policía.

Al día siguiente se produjo una nueva visita y según el subcomisario, la jueza llevaba facturas para el “Mai”. Le comunicó a la jueza que existía un informe porque los grabaron “a los besos” La jueza lo negó y dijo que Bustos “le tomó aprecio”. El policía siguió insistiendo y le dijo: “Si es una visita sentimental y tiene relación con él, haga el pedido de visita como corresponde”. Le pidió usar las sillas porque sentarse en el suelo “no es acorde al lugar”. Si veía una “situación rara” finalizaría la visita.

Cuáles fueron las conclusiones del sumario a la jueza que besó a un condenado a cadena perpetua

El informe realizado por el Tribunal Superior de Justicia fue enviado al Consejo de la Magistratura. En dicho documento, la jueza Trincheri concluyó que la conducta de Mariél Suárez “está reñida con la ética judicial que se exige a los jueces”. Además, no cuestionó “su actividad narrativa ni que Bustos y su historia personal, sean su fuente de inspiración”, pero ingresó al penal usando su situación de jueza.

A pesar de que los comisarios le advirtieron sobre los encuentros con Bustos, la jueza “desafió el aviso al colocarse dentro del recinto en un lugar donde no son tomados por las cámaras, ocasionando un llamado de atención. La jueza utilizó para su labor de escritora un momento procesal por demás inoportuno, que puso en jaque su imparcialidad frente a las partes y la sociedad toda”, sostuvo Trincheri.

El informe estableció las normas corrompidas por la jueza y todos los comportamientos inadecuados que tuvo.
El informe estableció las normas corrompidas por la jueza y todos los comportamientos inadecuados que tuvo. Foto: @Cadena3

“Los jueces tienen actividad jurisdiccional y una vida personal que deben armonizar en lo público con su función. La sociedad necesita tranquilidad espiritual al observar qué hacen de su vida pública aquellos que deciden sobre la suya; demandan probidad en su actividad extra judicial”, detalló. Además, advirtió que un a profesional con el puesto de Suárez “se le exigirá un plus en su desenvolvimiento, una exigencia mayor que si se tratara de un ciudadano que no decide sobre la vida de las personas”.

Por último, en el informe se sostuvieron otras cuestiones con respecto a las actitudes que tomó la magistrada. “Renunció a su rol jurisdiccional, el cual no había fenecido y que siempre debe prevalecer respecto de cualquier otra tarea que desee desempeñar”. Por otra parte, “vulneró las normas de seguridad, se sentó en el piso con un interno recientemente condenado por ella y tuvo estrechos acercamientos físicos, muestras de confianza y afición”, recalcó el informe.