Leon Goretzka es una de las figuras del Bayern Múnich, campeón de la última Champions League. Para llegar donde está hoy debió superar varios obstáculos, principalmente físicos, al punto en que casi no se convierte en profesional porque era muy débil y no tenía una contextura física adecuada para la Bundesliga.
El alemán de 25 años padece una "inflamación intestinal crónica" y hace un tiempo contó que esa patología le hacía muy difícil recuperase después de cada partido. Su carrera comenzó en el VfL Bochum, equipo del que es hincha, y donde algunos dudaban que pudiera triunfar.
Sin embargo, en agosto de 2012, debutó ante el Dynamo Dresden en la Segunda División, hizo un gol y no salió más. Menos de un año después lo compró el FC Schalke 04 por 3.250.000 euros.
En su nuevo club comenzó a sentir los efectos de los entrenamientos más duros y empezó a sufrir lesiones, las cuales pudo dejar atrás gracias a una modificación en su dieta: dejó de consumir alimentos con gluten, leche de vaca, cerdo y nueces. "De repente me encontré en un gimnasio haciendo los ejercicios más simples, junto a jubilados que se ejercitaban mejor que yo", recordó sobre esa etapa.
En julio de 2018 se fue al Bayern, donde se convirtió en un jugador más completo y logró ganar masa muscular. Lo llamativo es que gran parte de ese cambio físico se dio durante la cuarentena.
"Aproveché el tiempo para estar en el gimnasio más a menudo y para hacer entrenamiento con pesas. Por supuesto, todo se acordó con los entrenadores del Bayern, porque hay que tener cuidado de no perder la aceleración. Pero creo que encontré una buena mezcla", reveló.
Las fotos que subió en su cuenta de Instagram durante los festejos en el vestuario tras la obtención de la Orejona dejaron en evidencia el cambio, e incluso se volvieron virales. ¡Mirá!