Tini Stoessel se encuentra en uno de los momentos más importantes de su carrera: acaba de presentar FUTTTURA, su nuevo disco con un giro artístico, más introspectivo y experimental, que la muestra en una faceta completamente renovada.
Sin embargo, el foco no solo estuvo en su música. Este fin de semana, la cantante visitó La Peña de Morfi (Telefe) y sorprendió al abrir su corazón en una entrevista íntima donde habló por primera vez, con total sinceridad, sobre el diagnóstico que cambió su vida: depresión.
Durante su charla con Lizy Tagliani y Diego Leuco, Tini dejó atrás los brillos del escenario para contar cómo fue atravesar una etapa marcada por el dolor, la incertidumbre y el trabajo interno. “Hoy entiendo un montón de cosas a partir de que me diagnosticaron depresión”, confesó con la voz entrecortada.
La artista, que desde muy chica está bajo el ojo público, explicó que el proceso no fue inmediato ni fácil. De hecho, tomó conciencia de lo que le estaba pasando mucho tiempo después de haber comenzado a sentirse mal.
Tini Stoessel se sinceró y habló sobre cómo lleva la presión del éxito
Con 28 años, Tini Stoessel lleva más de una década viviendo entre giras, sets de grabación y compromisos mediáticos. La presión del éxito, sumada a momentos personales duros —como la enfermedad de su papá, Alejandro Stoessel—, terminó por pasarle factura. “A veces las cosas suceden cuando uno menos se lo espera”, expresó, visiblemente conmovida.
Según contó, fue gracias a la terapia, al sostén de sus amigas y a reconectarse con la música, que pudo empezar a salir del pozo. “Entender cómo abarcar esas situaciones, qué hacer, a quién acudir, qué respiración hacer... Hay un montón de aprendizajes que empecé a tener a partir de eso”, relató.
También hizo énfasis en la importancia de aceptar lo que no sale como uno espera: “Hay que dejar también que la vida sorprenda… Las cosas que no salen son las que más te enseñan”.
El mensaje de Tini no pasó desapercibido en redes. Muchos usuarios elogiaron su valentía por hablar de salud mental sin filtros. En un contexto donde aún hay tabúes, ella eligió alzar la voz. Porque ser fuerte también es animarse a decir “no estoy bien”.
