El actor Ewan McGregor, más conocido como Obi-Wan Kenobi de la saga de Star Wars, recorrió nuestro país en moto y sorprendió a una familia en La Rioja que no lo reconoció. La estrella de Hollywood fue a un pueblo de la provincia argentina y se detuvo en un lugar que pensó que podría cargar sus baterías, pero fue sorprendido por la hospitalidad de una familia.
Durante el 2020, el actor realizó un documental con el presentador de televisión Charley Boorman, donde se aventuraron para recorrer Latinoamérica durante 100 días en motocicletas. En las últimas horas, se viralizó un video en donde se los puede ver comiendo un guiso con una familia y muy sorprendidos por la hospitalidad con la que fueron recibidos.
¿Cómo fue el encuentro de la familia riojana y Obi-Wan Kenobi de Star Wars?
En medio de su recorrido por las calles de Chilecito, en La Rioja, Ewan le dice a su compañero de viaje que “podríamos cargar las baterías aquí. Parece una tienda de electrónica”. Sin embargo, al ser recibidos por una familia que intenta explicarles que no tienen lo que buscan, se dan cuenta de que se equivocaron de lugar.
Sin embargo, el actor y su acompañante son sorprendidos por la hospitalidad por la que fueron recibidos y hasta probaron un guiso que la familia les dio. “Lo grandioso de esta situación es que llegamos aquí pensando que era una tienda de estéreos, como esos lugares donde se instalan estéreos en los autos. Pensamos que tendrían energía, así que entramos. Y resulta que solo es su cochera”, cuenta.
“Su casa está atrás. No es una tienda, pero nos dejaron conectarnos. Nos dieron comida. Fue muy gracioso. ¡Ellos no nos conocen!”, explica el actor mientras uno de los argentinos lo confunde con Leonardo DiCaprio. En medio de esa graciosa secuencia, el actor dice “me está reconociendo, sospecha un poco sobre mi identidad. Usa sus instintos. Usa la Fuerza”.
Agradecido por el grato momento que paso, pero todavía sin explicaciones por la situación, el actor exclama “cielos, acabamos de llegar. Somos extraños, y ahora usamos su electricidad y comemos su comida”, mientras recibe un plato de guiso que le sirvió la dueña de la casa. Luego de despedirse, los viajeros continuaron su camino, pero antes de eso dejaron varios halagos por el gran recibimiento que tuvieron y la buena predisposición de los argentinos.