El 11 de agosto del 2014 el mundo se cubriría de gris con la triste noticia del suicidio de Robin Williams, quien decidió quitarse la vida luego de ser diagnosticado con demencia con cuerpos de Lewy, una enfermedad degenerativa cuyo síntoma más común son las alucinaciones visuales.
El consagrado actor fue protagonista de grandes éxitos, como Patch Adams, Good Morning, Vietnam, Good Will Hunting, Dead Poets Society, Awakenings, The Fisher King, One Hour Photo o Moscow on the Hudson, entre muchos otros títulos con los que construyó su carrera tanto dentro del género drama como de la comedia.
Su trabajo actoral fue aclamado por la crítica en numerosas ocasiones. Logró conquistar un Premio Oscar, cinco Globos de Oro, un Premio del Sindicato de Actores, dos Premios Emmy y tres Premios Grammy.
La hija de Robin Williams contra la Inteligencia Artificial
La Inteligencia Artficial (IA) ha demostrado ser capaz de generar grandes cambios dentro del universo del cine. Sin ir más lejos, en Hollywood se vivió una huelga histórica protagonizada por los guionista y que hoy encabezan los actores, de la que una de las demandas era la toma de definiciones frente al avance de esta tecnología.
En este marco, Zelda Williams lanzó un comunicado en Instagram donde expresó que la idea de que clonen o “revivan” la voz de su padre con IA le parece una idea “perturbadora”.
“He sido testigo durante años de cómo mucha gente quiere entrenar a estos modelos para crear/recrear actores que no tienen la capacidad de dar su consentimiento, como papá. Esto no es algo teórico, es muy real”, comenzó escribiendo.
“Ya he visto cómo se utiliza la IA para que su ‘voz’ diga lo que la gente quiera y, aunque personalmente me parece perturbador, las ramificaciones van mucho más allá de mis propios sentimientos. Los actores vivos merecen la oportunidad de crear personajes con sus elecciones, de poner voz a los dibujos animados, de poner su esfuerzo humano y su tiempo en la búsqueda de la interpretación”, compartió su reflexión.