Macaulay Culkin y Brenda Song forman una de las parejas más queridas de Hollywood. Su historia de amor, marcada por tragedias personales y relaciones fallidas, es el reflejo de dos almas que se encontraron en el momento justo.
Aunque se conocieron en 2014 en casa de Seth Green, no fue hasta 2017, durante el rodaje de Changeland en Tailandia, que su relación comenzó a tomar forma. Desde entonces, han construido una familia y, pese a que no están casados, viven plenamente su amor junto a sus dos hijos, Dakota y Carson.
Una historia de superación para ambos que terminó en una hermosa relación
Ambos actores tienen algo en común: saltaron a la fama desde muy jóvenes. Culkin se convirtió en un ícono del cine con Mi pobre angelito, mientras que Song brilló en Disney Channel con Zack y Cody: Gemelos en acción. Sin embargo, el reconocimiento no siempre trajo felicidad.
El actor de 44 años vivió una adolescencia turbulenta con problemas de adicción y conflictos familiares. En 2008, sufrió la trágica pérdida de su hermana Dakota, atropellada por un automóvil. Por su parte, Brenda pasó por relaciones fallidas y luchas personales que la dejaron con pocas expectativas sobre el amor.
A pesar de sus heridas, encontraron en el otro una conexión inquebrantable. “Nunca me había sentido así por alguien antes. Confiaba en ella hasta la médula de mis huesos”, confesó Macaulay en una reciente entrevista. Brenda, de 36 años, aseguró que, aunque al principio Culkin parecía inaccesible, pronto descubrió a “una persona muy interesante, sensible e inteligente”.
La pareja mantiene una vida privada lejos del ojo público y no tiene prisa por casarse. “No habría ocurrido de otra manera”, afirmó Song sobre el momento en que se conocieron. Culkin, en tanto, se preguntó con nostalgia: “¿Y si nos hubiéramos encontrado diez años antes?”. A lo que ella respondió con firmeza: “Nos habríamos odiado”.
Hoy, disfrutan de la maternidad y paternidad con total entrega. “Te respaldo pase lo que pase”, le aseguró el actor a su pareja. Sin dudas, el destino los puso en el camino del otro en el momento indicado y, tras superar sus propios fantasmas, lograron construir una relación que sigue creciendo con el tiempo.