Daniel Radcliffe tenía 11 años cuando saltó a la fama como protagonista en la saga Harry Potter, convirtiéndose en el rostro de una de las franquicias más populares de la historia. Pero mientras que sus fanáticos recuerdan su rol con cariño, él no: afirma que la popularidad lo empujó a las adicciones y a problemas de autoestima.
En entrevista con BBC Radio 4, el actor confesó que llegó a tener un serio problema con el alcohol durante el rodaje de las películas. "Mi alcoholismo se debe a Harry Potter", declaró. La situación empeoró durante los últimas filmes: "Me preguntaba si seguiría siendo el mago de Hogwarts para siempre y eso me estresaba", explicó.
Con la presión de ser un rostro reconocido y salir en los medios entró en un círculo vicioso del que le costó escapar: "No me sentía cómodo conmigo mismo, ni con la versión sobria de mí. Entonces bebí", contó el actor británico.
Sin embargo, su situación no era igual a la de los demás: "Si salía y me emborrachaba, la gente me miraba con curiosidad, porque todavía me veían como el niño Harry Potter. Era Harry pasándose con el alcohol en un bar", se sinceró.
Mientras que muchas otras estrellas no pueden escapar de las adicciones, Daniel Radcliffe lleva una década sobrio. Fueron sus padres quienes le tendieron una mano: "Ellos me dieron la perspectiva suficiente sobre mi vida y me ayudaron en momentos claves", contó.
Ahora el actor –quien se encontraba actuando en la obra Endgame, en el teatro The Old Vic de Londres- espera que su caso sirva de alerta para jóvenes que puedan atravesar una situación similar a la que vivió. Con 30 años, parece haber dejado sus problemas atrás y se rumorea que será llamado por Marvel para interpretar a Moon Knight, nuevo héroe de la franquicia.