El patio techado donde Gardel le entonó los últimos tangos a su vieja, doña Berta. La colorida cocina de La Boca donde pasaba las horas el pintor Benito Quinquela Martín. La imponente mansión de la familia Ocampo, que hoy es museo y Observatorio de la UNESCO... ¿Qué tienen en común estos espacios?
Por lo pronto, que actualmente todos funcionan bajo el concepto de casas museos, y nos proponen recorrer la vida de muchas figuras de la cultura y la historia argentina desde una perspectiva personal, a través de visitas guiadas a sus rincones cotidianos y el contacto con sus objetos íntimos, mobiliarios, fotos y libros...
En la Ciudad de Buenos Aires hay unos cuantos de estos refugios de historia. Tal vez el más conocido sea la Casa de Carlos Gardel, en el barrio de Abasto, pero también podemos contratar un recorrido por "El castillo de Sandro" (la edificación que el cantante se hizo construir en Boedo: Pavón 3939) o visitar la casa del gran pintor Benito Quinquela Martín, en el 3° piso de su museo en La Boca.
Por los barrios de Palermo y Recoleta encontramos la Casa Museo de Xul Solar (Laprida 1212) y el Museo Evita (Lafinur 2988). Y en los alrededores de la ciudad, ya en el Conurbano, se preservan las viviendas de Ernesto Sábato (Langeri 3135, Santos Lugares), y de Sarmiento y Haroldo Conti en las islas del Tigre.
Villa Ocampo
Elortondo 1837 (Béccar, Buenos Aires).
Villa Ocampo fue la residencia de descanso de la familia Ocampo y, más adelante, de Victoria. Esta llamativa mansión de estilo ecléctico fue construida en 1891, por el padre de la escritora, sobre un gran terreno delimitado por la Av. Libertador, las calles Uriburu y Florencio Varela, y el Río de la Plata. En 1973, Victoria la donó a la UNESCO y en 1997 el sitio fue declarado Patrimonio Histórico Nacional. Además de sus interesantes visitas guiadas, este espacio ofrece charlas y actividades culturales. Entre sus variados atractivos, se conserva un piano Steinway donde tocaron Stravinsky y Federico García Lorca. unescovillaocampo.org
Gardelito querido
Jean Jaures 735, Abasto.
Esta casa fue un regalo de Gardel para su madre, doña Berta, quién lo crió sola trabajando como planchadora. Él la compró en 1927 (cuando ella iba a cumplir 61) y la compartieron hasta su trágico accidente aéreo, el 7 de noviembre de 1933. Hoy es una Casa Museo que recrea la vida del “Zorzal Criollo” y expone objetos y fotos de su tiempo. En las inmediaciones abundan las referencias al artista, desde el nombre de la estación de Subte de la Línea B, hasta un pasaje bautizado en su honor. Sin duda, un paseo ineludible si andamos por Baires... Y si nos dan ganas de seguir de noche en clave tanguera, podemos bajarnos la app “Hoy Milonga” y visitar algunos de los boliches por donde pasa la movida actual. Tanto en Abasto como en otros barrios porteños las milongas afloran como yuyos: siempre hay música en vivo y pista abierta de baile para abrazarnos.
El hogar del pintor
Av. Pedro de Mendoza 1935, La Boca.
La colorida fachada del Museo Benito Quinquela Martín es una postal típica del barrio de La Boca. Preserva obras de artistas argentinos de estilo figurativo, desde fines del XIX hasta hoy. La Casa Museo funciona en el 3°piso, donde se exhiben objetos personales y sus propias obras, reconocidas por plasmar a los trabajadores del puerto de Buenos Aires. La cocina donde él pasaba las horas es un rincón entrañable. @MuseoQuinquela
Yapa: la Casa Mínima
Esta edificación del siglo XIX mide apenas 2,5 m de ancho y 13 de profundidad. Nadie sabe muy bien porqué es tan chiquita, pero cuentan que una adinerada familia se la dio a un descendiente africano cuando se abolió la esclavitud. Queda en Pasaje San Lorenzo 38, San Telmo.