La historia de Gregory está dando vueltas al mundo gracias a una publicación que Schenley Hutson, realizó en Facebook. En ella, la mujer cuenta que el perro, de raza Beagle, se encontraba en una perrera a punto de ser sacrificado cuando su marido, Joe Kirk, decidió rescatarlo y, de camino a su casa, se conmovió porque el can no dejaba de besarlo y apoyar su cabeza sobre su hombro.
Joe y Schenley son los cofundadores de Hound Rescue & Sanctuary, una organización sin fines de lucro, con base en Findlay, Ohio, en los Estados Unidos, que rescata perros abandonados y los ayuda a encontrar un hogar. Además, tienen un santuario para perros "inadoptables y ancianos". Su misión es evitar que los perros sean sacrificados, rescatándolos de refugios donde se lleva a cabo esta matanza.
En este marco, la pareja se enteró del caso de Gregory. El can tenía 2 años y le habían encontrado parásitos en el corazón, por lo que los responsables de la perrera donde se encontraba habían decidido terminar con su vida. Joe lo fue a buscar y se conmovió al encontrarse con un perro de lo más cariñoso.
"Gregory solo quería abrazar a Joe en el coche, es muy cariñoso y afectuoso, le encanta estar a tu lado y dar besos", comenzó escribiendo Schenley en Facebook. El can llegó al santuario de la familia Kirk el 25 de Abril de 2018.
"Gregory es un beagle agradecido. Sabe que se siente seguro. Tiene parásitos en el corazón, y le vamos a dar un tratamiento, pero sabe que está en buenas manos. Se recuperará y recibirá todo el cariño que merece, y un buen futuro", continuó relatando la mujer.
Hoy, a más de un año de su rescate, Gregory se curó y encontró una familia amorosa que lo adoptó. "Tras salvar a Gregory de ser sacrificado, le dimos los cuidados veterinarios y el tratamiento que necesitaba", reconoció la familia.
"Al finalizar su tratamiento, Gregory fue adoptado por una familia que lo adora, y disfruta de una vida feliz junto al otro beagle de la casa", explicó la pareja, que suele refugiar entre 25 y 30 perros a la vez en su hogar, entre los que se pueden adoptar y los que viven en el santuario.
De acuerdo a datos revelados por la ONG Petful, en los Estados Unidos cada año ingresan 7,6 millones de mascotas en las perreras, de las cuales 2,7 millones terminan siendo sacrificadas. Las razones por las que se toma esa drástica decisión están relacionadas a: enfermedades contagiosas, comportamiento agresivo, y sobrepoblación.
"A menudo nos preguntan cuántos perros hemos salvado, y siempre decimos que uno más. Un perro más que está seguro y tendrá el amor que merece, que será alimentado y cuidado, que tendrá un hogar. No hay nada más satisfactorio", admite la pareja a la cual Georgy hoy le debe su vida y su bienestar.