Badiaa Zahri es marroquí y viajó a Madrid, en España, con el objetivo de operarse la nariz. Fue a una clínica de cirugía estética que le recomendó una amiga y se sometió a una rinoplastía, pero el postoperatorio se complicó y terminó perdiendo parte del cartílago y la piel.
"Cuando me quitaron la escayola de la cara y las enfermeras vieron lo que había... Bueno, una de ellas incluso gritó. Me sentí como un monstruo. No me pusieron un espejo delante, pero hasta me hicieron fotos con el móvil. Fue el peor día de mi vida", afirmó la víctima de mala praxis en diálogo con El Mundo.
Badiaa buscaba verse mejor pero, en su lugar, le amputaron parte de la nariz y la dejaron desfigurada y clínicamente deprimida por el perjuicio estético, con dificultades incluso para respirar.
El caso de esta mujer salió a la luz después de que el juzgado de Primera Instancia número 44 de Madrid obligue a que el seguro de responsabilidad civil del médico indemnice a la víctima con casi 100.000 euros, intereses incluidos.
Durante el juicio, se supo que el cirujano demandado, T. L., licenciado por la Universidad de La Habana, no tiene el título convalidado en España (según declaración propia en un procedimiento anterior), aunque sí es reconocido por el Colegio de Médicos de Madrid.
"Estuve año y medio con la nariz tapada por gasas... Trabajaba de cara al público, y hubo un momento en que me estaba paranoica. Tuve que dejarlo", aseguró la víctima, que se desempeñaba como camarera de un local gastronómico.
La cirugía tuvo lugar el 20 de julio de 2015 y Badiaa pagó 5.000 euros por ella. Pese a que ganó la demanda y deberán indemnizarla, la mujer perdió el trabajo, vio afectada su salud y su vida social.
Ahora la víctima deberá someterse a una rinoplastia secundaria para reparar las lesiones de la primera. Sin embargo, el resultado no está garantizado dada la enorme complejidad del cuadro.
"La verdad es que todavía estoy recuperándome. He vuelto a trabajar, de camarera, 12 horas al día, desde las 13 horas hasta la madrugada. Varias veces al día alguien se me queda mirando. Es siempre inevitable: 'Oye, ¿puedo hacerte una pregunta? A algunos les digo la verdad. A otros, que fue un accidente de coche", aseguró la mujer en diálogo con la publicación española.