En un mundo donde la conciencia sobre la salud y la economía se entrelazan, la preparación de alimentos en casa se convierte en una práctica cada vez más relevante. En este contexto, descubrir opciones que fusionen lo saludable con el cuidado del bolsillo se vuelve un valioso tesoro.
A medida que la demanda por opciones de alimentos más saludables y personalizables va en aumento, el yogurt casero emerge como una elección inteligente y accesible. Más allá de la gratificación que proviene de consumir alimentos frescos y caseros, la preparación en casa brinda una oportunidad para controlar los ingredientes y personalizar según la dieta de cada quien.
¿Cómo preparar yogurt casero?
- Ingredientes (para 1 Lt. de yogurt): Leche (entera, descremada o incluso alternativas vegetales como la leche de almendra o soja). Yogur natural sin azúcares añadidos.
Preparación:
- Calentamiento de la Leche: calentá la leche hasta que alcance aproximadamente los 85°C. Luego, deja que se enfríe hasta que alcance los 45-50°C.
- Inoculación: agregá una pequeña cantidad de yogurt natural a la leche tibia y mezcla bien. Esto introduce los cultivos bacterianos necesarios para la fermentación.
- Incubación: vierte la mezcla en recipientes limpios y tapa. Colocalos en un lugar cálido para permitir la fermentación. Podés utilizar el horno apagado o cualquier lugar donde la temperatura se mantenga constante.
- Espera: dejá que la mezcla repose durante al menos 6 horas, aunque el tiempo puede variar. Cuanto más tiempo dejes fermentar, más espeso será el yogurt.
- Refrigeración: una vez que haya alcanzado la consistencia deseada, refrigerá el yogurt durante al menos 2 horas antes de consumir.