Ir al cine es un plan muy divertido, pero el quedarse en casa o ir a la de alguien para maratonear películas es también una gran opción y que mejor si se acompaña con un bowl lleno de pochoclos.
Los pochoclos son un clásico que no puede ser pensado sin la presencia del cine. Ya sean dulces o salados, son foco de tentación y motivo para que la boca empiece a llenarse de agua.
Su unión con el séptimo arte no existió siempre. No sería hasta el siglo XX durante los años de la Gran Depresión en Estados Unidos que su consumo se volvería popular en las salas de cine. Todo surgió cuando Julia Braden, una mujer de Kansas City, logró poner un puesto de pochoclos en el hall de uno de los cines más concurridos del momento, el Linwood Theater.
Por aquel entonces, el maíz era uno de los alimentos más accesibles y el ir al cine una de las formas de entretenimiento más comunes en la clase trabajadora, por lo que su unión era solo cuestión de tiempo y de que alguien tuviera la idea.
¿Cómo hacer pochoclos dulces como los del cine?
Ingredientes:
- 1/2 taza maíz pisingallo
- 3 cucharadas azúcar
- 1 cucharada miel
- 2 cucharadas manteca
- 1 pizca sal
- c/n aceite
- 1 cucharadita vainilla
Preparación:
- En una sartén o jarrito con antiadherente colocar la manteca junto al azúcar, la miel, un chorrito de esencia de vainilla y otro poco de aceite. Revolver a fuego bajo hasta que comience a borbotear. Apagar el fuego.
- En una olla verter un chorro de aceite y cubrir la base con el maíz pisingallo. Tapar y dejar cocinar a fuego fuerte. Una vez que los granos comiencen a explotar, bajar el fuego a mínimo. Sacudir la olla cada 15 segundos aproximadamente. Apagar el fuego cuando hayan terminado de explotar todos los granos.
- Verter la salsa sobre los pochoclos y mezclar con cuidado a no quemarse. ¡Listo! Ya tenés unos deliciosos pochoclos de cine.