Durante el 2022, el llamado pan de muerto ha ganado mucha popularidad en todo el mundo y su historia es una de las más llamativas que hay entre las recetas de la cocina. A pesar de que hay una de ellas que es la original, la cocina evoluciona al igual que la sociedad y hoy se puede apreciar pan de muerto negro, con cono de helado y hasta cubierto de flores, entre otras extravagantes recetas.
Sin embargo, su primera aparición fue hace casi 100 años y la versión de aquel momento era con agua de azahar, naranja y anís. Según cuentan los historiadores mexicanos, el primero fue antes de la Conquista y se solía preparar una especia de pan de amaranto, maíz seco y tostado y miel de maguey. Se llamaba pan de mariposas y tenía una mariposa marcada sobre la masa, como también se cree que era un alimento para utilizarlo como ofrenda de la Diosa Cihuapipiltin, quien velaba por las mujeres que morían en el parto.
Por otra parte, también hay otras teorías que aseguran que el pan de muertos en realidad está relacionado con el sacrificio humano tanto de indígenas como españoles. En algunos relatos, se puede leer que en realidad era una especie de pan que se hacía con amaranto y la sangre de las personas sacrificadas y que se enterraba junto a las pertenencias de los fallecidos en modo de ofrenda.
¿Cuál fue el primer pan de muertos registrado en la historia de México?
A pesar de los relatos, escritos y teorías, el pan de muertos se registró recién para el año 1938, cuando apareció por primera vez en “Repostería Selecta” de Josefina Velázquez de León, quien fue una cocinera y pionera en la documentación de recetas de distintas partes de México.
“La masa básica que era aromatizada con diferentes ingredientes como el anís, el agua de azahar y, en ocasiones, se le agregaba jugo o ralladura de naranja para darle un sabor característico”, asegura la profesora en antropología del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, Erika Méndez.
Por otra parte, se cree que la forma actual del pan de muertos, redonda y con los “huesos” y el “cráneo” tuvo su origen a principios del siglo XX en el escrito de “Bodegón con panes mexicanos” de Gustavo Montoya. En ese libro se puede ver una imagen en donde hay una mesa llena de platos mexicanos y en el centro un pan de muertos.