El 30 de julio es el Día Mundial del Cheesecake, una de las recetas típicas de la pastelería estadounidense que tiene múltiples versiones y formas de preparación.
Aunque su nombre remite a lo que las películas nos muestran muchas veces: los faés de Nueva York y sus enormes porciones de cheescake, este alimento tiene raíces que se remontan a la Grecia Antigua.
Es que por su alto contenido proteico, el pastel de queso era un alimento dado a los deportistas que participaron en los primeros juegos olímpicos. Claro que no era la misma receta que hoy degustamos, sino una mucho más rústica: queso, miel y harina.
La migración de europeos a Estados Unidos hizo que el plato se afincara en ese país y se fuera adaptando gracias a diferentes casualidades, como pasa muchas veces en la cocina. Como cuando un quesero norteamericano quiso imitar el queso neufchâtel francés y creó, en 1872 el famoso queso philadelphia.
La torta de queso está basada en ese ingrediente, un queso blanco o de tipo crema, que se saboriza con otros ingredientes más o menos dulces y se puede cocinar o servir sin cocción, con ayuda de frío o de algún gelificante como la gelatina sin sabor.
La versión clásica del cheesecake incluye una base crocante, que puede estar hecha de galletas dulces molidas y manteca, un relleno de queso crema, azúcar y huevos, y una fina capa final de mermelada de frutos rojos.
Sin embargo, las opciones son infinitas, y hay quienes aseguran que el cheesecake de dulce de leche, aggiornado al gusto argentino, es uno de los mejores del mundo.
A continuación, compartimos una serie de recetas en video para que puedas preparar un delicioso cheesecake sin importar cuánto sepas de cocina. ¡Animate!