Susana Giménez salió victoriosa en el juicio contra la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), organismo que la había denunciado por un supuesto fraude fiscal. Tras intervenir sus abogados y contadores, la Justicia debió cerrar la causa.
El juicio que tenía en su contra la diva era por evasión de unos $50 millones, conceptualizados en impuestos a Bienes Personales.
“Nos encontramos frente a una ciudadana que no realizó ninguna conducta pasible de ser considerada engañosa o ardidosa en los estrictos términos que reclama la ley penal”, expresó el juez en lo penal y en lo económico Diego Amarante.
Y luego agregó: “Habiéndose limitado, en cambio, a canalizar su reclamo dirigido a morigerar la obligación tributaria, mediante la utilización de las herramientas legales adecuadas”.
El accionar de Susana Giménez, según el propio Amarante, nunca obstaculizó la investigación ni tampoco llevó a “desdibujar” su capacidad fiscal. “En el ejercicio de su derecho constitucional de peticionar a las autoridades (artículo 14 de la Constitución Nacional) ocurrió ante un órgano jurisdiccional, reclamando aquello que consideraba ajustado a derecho, y que desde su perspectiva influía directamente sobre la determinación que correspondía hacerse del impuesto en cuestión”, detalló el magistrado.
La denuncia de la AFIP contra Susana Giménez
La AFIP había denunciado a la conductora de televisión porque supuestamente se había negado a presentar su Declaración Jurada de Bienes Personales del año 2019. A raíz de esto, se le imputó una deuda de $50 millones.
Pero Susana sí había respondido a los requerimientos previos, aunque se negó a presentar la Declaración de Bienes Personales, porque entendía que la reforma sancionada por el Congreso era “confiscatoria”.
Ante esta situación, Giménez solicitó una cautelar, como una acción declarativa de inconstitucionalidad, debido al aumento de la alícuota de Bienes Personales 2019. Finalmente, esta medida fue rechazada por el juzgado.