Wanda Nara y Mauro Icardi han decidido ponerle fin a su matrimonio y todo parece indicar que están en pleno proceso de divorcio. En medio, la mediática se instaló nuevamente en Buenos Aires junto a sus hijos para continuar con sus proyectos laborales, entre ellos, la conducción de Bake Off Famosos.
La separación de Wanda Nara y Mauro Icardi no está siendo sencilla. Según reveló la abogada, Ana Rosenfeld, la ex esposa de Maxi López y el futbolista se encuentran en pleno conflicto de intereses económicos.
Mientras Icardi continúa en Turquía debido a sus compromisos laborales en el club de fútbol Galatasaray, Wanda Nara debe hacerse cargo en soledad de la crianza y educación de sus hijas.
Con la mudanza de la familia, Francesca e Isabella, las dos hijas del matrimonio de Wanda e Icardi, han tenido que rehacer su vida social, lejos de su padre. Ambas niñas se cambiaron de colegio y comenzaron el año escolar en una importante institución educativa de Argentina.
A qué colegio van las hijas de Wanda Nara y Mauro Icardi
Según trascendió, Francesca e Isabella van al prestigioso colegio llamado Lincoln School, ubicado en La Lucila, en la zona norte de Buenos Aires.
Esta institución educativa cobra una cuota en dólares que varía según el grado pero va desde por encima de los 2mil dólares hasta U$S 4.175, que significan entre 3 y 5 millones de pesos argentinos, según la cotización que se tenga en cuenta, por alumno.
La cuota se paga de manera semestral o anualmente por lo que el total a pagar sería entre los 15 y 20 millones de pesos.
Como dice la ley, estos gastos deben correr por cuenta de ambos padres. Sin embargo, el conflicto entre Wanda e Icardi parece tener repercusión en la educación de sus hijas.
“La tarjeta de crédito que se cortó era solamente para proveer lo que era la cuota alimentaria y la comida de las chicas. La cortó hace un mes aproximadamente”, expresó la abogada de Wanda Nara sobre la medida económica que tomó Mauro Icardi.
“A mí como abogada y como a mujer me molesta porque es el ejercicio ilegal del poder económico sobre una mujer que obviamente puede tener problemas de vulnerabilidad”, agregó Ana Rosenfeld.