Matías Alé y Martina Vignolo celebraron este viernes su boda por iglesia en una ceremonia de ensueño. Luego, compartieron con sus invitados una gran fiesta llena de energía, con baile, música en vivo –incluyendo a Agapornis y Grupo Volcán–, exquisita comida, diversión y un toque de fiesta carioca. Como era de esperar, pasada las 6 de la mañana, los invitados se despidieron llevándose varios recuerdos del evento.

Gracias a un posteo compartido por una invitada y republicado por Martina, se pudieron ver todos los recuerdos de la boda que familiares y amigos se llevaron como souvenirs.
Esto fueron souvenirs que dieron Matías Alé y Martina Vignolo en su casamiento
Entre los recuerdos entregados a los invitados había una copa de cristal personalizada, pantuflas, una bolsa de tela con la imagen de los novios y la fecha de la boda, dos paquetes con la inscripción “Kiosko Party” –posiblemente con golosinas–, una gorra de jean con visera decorada con tachas y la palabra “Kiss”, un abanico, un pote de crema, un mini perfumero y hasta un llavero con las iniciales M y M de los novios, entre otros detalles. Cada regalo reflejaba la creatividad de la pareja y la intención de que los invitados se llevaran un recuerdo tangible de este día especial.

Respecto al menú de la gran fiesta de Matías y Martina, otra foto compartida por una invitada muestra que los comensales podían elegir entre dos platos principales: suprema de pollo a la napolitana con guarnición de papines o pastel de papas, y dos opciones de postre, incluyendo Brownie.

La mesa estaba preparada con tres copas por persona, servilletas rosadas decoradas con un pequeño ramillete de flores, un centro de mesa dorado y un cartel personalizado en cada lugar que decía: “Por favor no toques mi vaso, estoy bailando”.
La boda de Matías Alé y Martina Vignolo se convirtió en un evento lleno de emociones, detalles cuidados y momentos inolvidables, donde la creatividad de la pareja y el cariño hacia sus invitados se reflejaron en cada regalo, en la decoración y en la celebración. Entre la ceremonia soñada y la fiesta que se extendió hasta altas horas de la mañana, los novios lograron que familiares y amigos se llevaran recuerdos imborrables de un día verdaderamente especial.





















