Débora Pérez Volpin fue una de las conductoras más queridas en la televisión argentina y dejó un vacío imborrable en el corazón de su público tras su trágico fallecimiento en febrero de 2018. La noticia conmocionó a la sociedad, y aunque su ausencia es irremplazable, la vida continúa para sus dos hijos, Agustín y Luna Funes, quienes han optado por mantener un perfil bajo y alejado de las cámaras, siguiendo el ejemplo de privacidad que siempre promovió su madre.
Recientemente hace dos semanas comenzó el segundo juicio por la muerte de la periodista. En este nuevo proceso se juzga al exdirector del Sanatorio de la Trinidad y a una instrumentadora quirúrgica. El endoscopista ya fue condenado en el primer juicio. Los acusados son Roberto Martingano, por encubrimiento, y Eliana Frías, por falso testimonio.
En la primera causa, la sala III de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional confirmó -en marzo de este año- la condena a tres años de prisión para el endoscopista Diego Ariel Bialolenkier y consideró que debía confirmarse la absolución de la anestesista Nélida Puente. En agosto de 2019, el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional 8, a cargo del juez Javier Anzoátegui, consideró a Bialolenkier responsable del homicidio culposo de la periodista.
Débora Pérez Volpin siempre fue conocida por su profesionalismo y ética en el mundo del periodismo, pero también por su determinación de mantener su vida privada fuera del escrutinio público. Esto se aplicó especialmente a sus hijos, a quienes protegió celosamente de la atención mediática.
Así está hoy la hija de Débora Pérez Volpin
De los dos hijos de la periodista, Luna Funes es quizás la más conocida. Esta talentosa joven, que celebrará su cumpleaños 23 en octubre, ha forjado un camino propio en el mundo de la arquitectura y la gastronomía.
Luna se graduó como arquitecta y ha demostrado ser una apasionada de la pastelería. En este sentido, ha abierto su propio negocio, Jaia Tienda Dulce, donde comparte con el público sus creaciones dulces, resaltando: “¡Casero y con mucho amor! La vida es corta, comienza por el postre”.
Sin embargo, el talento de Luna no se limita a la arquitectura y la pastelería; también es una apasionada de la música y una destacada cantante. Luna de Voz, su cuenta de Instagram dedicada exclusivamente a esta pasión, es un espacio donde comparte videos de sí misma interpretando diversas canciones.
En ocasiones, rinde homenaje a su madre, Débora Pérez Volpin, interpretando canciones que eran especiales para ella. Un ejemplo conmovedor es cuando escribió: “A la mujer más importante de mi vida, te canto una de tus canciones preferidas. Can’t Take My Eyes Off You, de Gloria Gaynor”.
Los hijos de Débora Pérez Volpin han demostrado que heredaron no solo el talento y la pasión de su madre, sino también su respeto por la privacidad y su capacidad para mantener un perfil bajo a pesar de su linaje famoso. Aunque la ausencia de Débora sigue siendo sentida en el mundo del entretenimiento argentino, el legado de su amor por la familia y su ética profesional continúa viviendo a través de sus talentosos y reservados hijos.