Este miércoles se cumplen tres años de la repentina muerte de Natacha Jaitt cuando se encontraba en un salón de fiestas en la localidad de Tigre. En la investigación figura que el resultado de su autopsia reveló una falla multiorgánica por el consumo de cocaína y una afección cardíaca previa, pero su hermano Ulises Jaitt asegura que “la mataron” y busca que se haga Justicia.
El 23 de febrero del 2019, la conductora se encontraba en el espacio Xanadú en una cena privada junto a otras cinco personas. En horas de la madrugada fue reportada su muerte y su cuerpo fue hallado sin vida. Desde entonces su familia exige esclarecer el caso y, según denuncian, la Fiscalía de Violencia de Género en Tigre -que lleva la causa- hace caso omiso.
“Es un desastre todo. Es una causa donde claramente no quieren investigar, hay muchos intereses. Los fiscales no trabajan. Todas las presentaciones las tiene que hacer mi abogada y no se está respetando el proceso normal de una causa, como que los fiscales citen a los testigos para indagarlos, hacer careos. Nunca ocurrió. Solo esperan que la abogada presente escritos”, cuestionó el periodista en comunicación con Vía País.
Una nueva punta del iceberg: “Encontramos un video gravísimo”
Sin embargo, justo antes de cumplirse los tres años del trágico hecho, Ulises junto a su abogada, Silvana Ianniello, encontraron nuevas pruebas que serían “la punta del iceberg” para que la investigación tome otro rumbo. “Encontramos algo gravísimo en el video de unas horas captadas por las cámaras”, garantizó el periodista pero descartó poder dar más detalles acerca de las imágenes por estrategia judicial. De todas formas aclaró que su contenido se conocerá en las próximas semanas.
“Les pedimos ver la filmación pero faltaban horas. Y ellos nos decían que esas horas no eran relevantes traerlas. Nosotros exigimos ver esas horas que faltaban y encontramos algo gravísimo. Si no pedíamos eso, que ellos no consideraban relevante, no hubiéramos encontrado algo grave que se va a saber en las próximas semanas. Está todo trabado y pantanoso, pero tenemos una luz de esperanza de que esa sea la punta del iceberg”, reconoció.
El recuerdo de Ulises ante la muerte de su hermana
Ulises Jaitt se enteró de la muerte de su hermana mientras se encontraba de vacaciones en Brasil con un grupo de amigos y su sobrina, Antonella Olivera, hija de la mediática. Cuando estaba tomando unas copas le empezó a llegar varios mensajes a su celular de conocidos que le reenviaban el tuit de un periodista dando la noticia del fallecimiento de Natacha, en ese momento no lo quiso creer.
“Me mandaban el mensaje y me decían: ‘Esperamos que esto no sea cierto’, como creyendo que podría ser una noticia falsa. Cuando lo leí casi me desmayo. Me levanté y empecé a chequear a ver si era verdad”, recordó. Y confesó: “No lo quería creer hasta que no me llegue el parte policial, no lo quería creer. Cuando me llegó el parte policial fue lo peor que me pasó en la vida y encima tenía que contárselo a su hija que estaba ahí mismo. Fue un momento espantoso, de lo peor que me pasó”.
Distinto a los aniversarios anteriores, el conductor radial decidió no hacer una marcha para pedir justicia. Este año prefirió pasar este día tan especial para sí mismo y aguardará hasta el fin de semana para visitar la tumba de su hermana junto a su sobrino Valentino, hijo menor de la mediática que quedó a su cargo. “Es un momento muy duro, es una fecha que nunca querés que llegue porque te hace recordar ese día fatal donde han acabado con la vida de ella”, reflexionó.
“Yo no tengo ninguna duda de que la mataron. Conviví con mi hermana ocho años, imaginate si la conozco... si yo fuese un convencido de que murió por sobredosis... no estaría batallando judicialmente, no estaría perdiendo tiempo de mi vida, no estaría cargando con algo que me hace mal, si sabría que se fue de manera natural. Estoy convencido de que no fue así y tengo argumentos sólidos que me avalan por eso es que llevo esta lucha desde hace tres años remando contra la marea”, expresó.