Este 25 de noviembre se cumple un nuevo aniversario de la muerte de Ricardo Fort, el mediático empresario que trascendió los límites de la televisión para convertirse en un fenómeno cultural. A 11 años de su temprana partida, “El Comandante” sigue vivo en el recuerdo de los argentinos, gracias a su particular forma de ser y sus icónicas frases.
El famoso empresario chocolatero falleció el 25 de noviembre de 2013 a los 45 años. Desde entonces, el mito detrás del hombre, gracias a su extravagancia, excesos y carisma, dejaron un personaje mediático para el recuerdo. Desde sus viajes a Miami al “Basta chicos”, Fort se convirtió en el gran ícono pop menos pensado.
El legado de Ricardo Fort
Heredero de la fábrica de chocolates FelFort, Ricardo Fort eligió un camino distinto al de los negocios familiares. Fue así que decidió conquistar los escenarios y las pantallas, algo que logró gracias a su capacidad para generar impacto en un medio tan competitivo como el espectáculo.
Con frases icónicas, una actitud irreverente, y su amor por Miami y el lujo, se ganó tanto seguidores como detractores. Sin embargo, esto iba fiel con su estilo: ser una figura polarizante que alimentó titulares y debates en los medios, llegando a tener su propio programa y reconocidas apariciones en otros ciclos como ShowMatch.
Si bien Fort ganó fama con su rol mediático, su incursión en el teatro con obras como Fortuna mostraron su intención de ser tomado en serio como productor y artista. Sin embargo, fue en gran parte su exposición mediática lo que lo terminó de convertir en estrella.
A la par, su vida personal, marcada por romances, amistades célebres y la paternidad a través de la subrogación, alimentó su imagen de hombre que vivía según sus propias reglas. Pero a pesar de su éxito, la vida de Ricardo Fort estuvo también marcada por problemas de salud y dolor físico.
A lo largo de su vida, “Ricky” se sometió a múltiples cirugías y vivió codo a codo con el dolor físico, lo que deterioró su calidad de vida y contribuyó a su fallecimiento prematuro por un paro cardíaco.
Hoy, a más de una década de su partida, Ricardo Fort sigue siendo un símbolo de la cultura pop argentina, a la par que sus hijos, Martita y Felipe, mantienen vivo el legado de papá.
