Qué es un agujero negro

Uno de los mayores desafíos para la astrofísica, una suerte de fisura en el espacio-tiempo que absorbe todo lo que tiene a su alrededor.

Qué es un agujero negro

Este miércoles se conocieron las primeras imágenes de un agujero negro, uno de los enigmas del Universo y de los mayores desafíos que afronta la astrofísica. ¿De qué se trata? ¿Qué es un agujero negro? ¿Cómo se compone?

Un agujero negro es una suerte de fisura en el espacio-tiempo que absorbe todo lo que tiene a su alrededor y en los que nadie sabe lo que ocurre en su interior. Incluso se ha especulado que podrían ser la puerta de ingreso a otra dimensión.

El concepto de agujero negro fue descrito por primera vez en 1783 por el profesor John Michell como un ejercicio matemático.

Desde entonces, los astrofísicos observaron estas regiones oscuras del universo, que han podido detectar en forma indirecta, a partir del comportamiento de la materia que los rodea. El primero en ser detectado por el satélite Uhuru, observando en rayos X, fue Cygnus X-1, en 1971. Los científicos llegaron a la conclusión de que allí había un objeto extremadamente masivo, que identificaron como un agujero negro.

"Los agujeros negros son una concentración de masa que hace que la fuerza de gravitación sea tan grande que no pueda escapar nada de su interior, incluida la luz. A su alrededor hay partículas orbitando a unos 12 millones de grados, casi 2.000 veces la temperatura del sol", indica Daniel Barraco, licenciado en Física de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), investigador independiente del Conicet y director del Centro de Interpretación Científica Plaza Cielo Tierra.

Un agujero negro está compuesto por partes diferentes. En su centro está la singularidad, un punto que podría tener una densidad infinita. El horizonte de sucesos, a su alrededor, es la parte negra del objeto.

Estos hoyos atraen continuamente masa de su estrella vecina, aumentando gradualmente su tamaño hasta que dicha estrella se desvanece por completo.

Estas "fisuras" representan la última fase en la evolución de enormes estrellas que fueron al menos de 10 a 15 veces más grandes que el Sol. Pero para ser atraídos, los planetas, la luz y otra materia deben pasar cerca del agujero negro. 

De acuerdo a la radiación emitida alrededor de los agujeros negros, los astrónomos determinaron que hay dos tipos: los de masa estelar y los súper masivos.

Los primeros son cadáveres de estrellas más de cinco veces más masivas que nuestro Sol que al final de su vida colapsan violentamente y toda su materia se condensa en un espacio inimaginablemente diminuto.

Los del tipo supermasivo son enormes hoyos gravitacionales que tienen hasta miles de millones de veces la masa de una estrella promedio y su formación es un misterio que aún permanece en estudio.