La defensa de Jonathan Romo hizo formal el pedido para destituir a la fiscal de Cosquín

El abogado defensor junto al hermano de la víctima, Hernán Romo, se presentaron hoy en la Legislatura de Córdoba para solicitar el jury, un tribunal especial para juzgar al miembros del poder judicial.

Dr. Luis Galli y Hernán Romo
Dr. Luis Galli y Hernán Romo Foto: Vía País

La muerte de Jonathan Romo, ocurrida en la comisaría en La Falda, no puede, ni debe olvidarse. Se trata de un “burdo” hecho de abuso policial perpetuado en la zona norte del Valle de Punilla, un territorio repleto de acusaciones y sospechas en contra de la policía Departamental.

Romo murió el 10 de julio de 2022 mientras intentaba recuperarse de su adicción a las drogas. Su muerte, por la que están acusados y encarcelados 6 policías, tuvo un capitulo previo, un capitulo en el que la fiscal Kelm tuvo un rol desicivo.

“Si la fiscal hubiera actuado el 18 de diciembre, cuando fue el primer hecho, hoy Jonathan Romo estaría vivo. ¿Y ella que hizo? cajoneó la causa, porque los policías intervinientes eran los ojos de ella en la calle”, explicó Luis Galli, abogado querellante de la familia Romo, en exclusiva con Vía Carlos Paz.

El hecho previo al que refiere el letrado, es una feroz golpiza policial ocurrida en diciembre de 2021. En aquel momento “Jony” llevaba 3 meses sin consumir y terminó con un riñon perforado.

“No es mal desempeño, es malicia”

Un grito de silencio en la marcha por Jonatan Romo
Un grito de silencio en la marcha por Jonatan Romo Foto: Andres Sosa

La acusación contra la fiscal Kelm no es unicamente por “cajonear la causa”. Según lo que sostiene la defensa de Romo, y sobre lo que asegura tener pruebas, no se trata de un mal desempeño, se trata de malicia.

“Cuando el tuvo la primer golpiza por parte de la policía, hacia 3 meses que estaba en abstinencia. La familia en aquel momento, fue a pedirle a la fiscal que por favor lo mantuviera con el tratamiento que estaba llevando adelante. Ella se compungió y los contuvo. Pero al día siguiente ordenó el trasladado de Romo a la UCA, como si fuera un delincuente”, explica Galli.

El relato se pone mas denso cuando el abgado aclara las condiciones en las que se realizó aquel traslado a la cárcel.

“Romo estaba en terapia intensiva esposado, por lo tanto, tenía infección en las dos muñecas y la infección en el riñón que se le había perforado a causa de los golpes recibidos por parte de la policía”. Sin embargo lo tiraron a una celda, durante un mes sin medicación”, cuenta el letrado. Además indica que en la fiscal resolvió el traslado a la cárcel sin que Jonathan fuera dado de alta. Es decir, paso de una terapia intensiva a una celda por orden de Kelm.

“Eso es maldad. ¿Qué querían? ¿Qué se muera? ¿qué no cuente la verdad?”, expresa con indignación el letrado y puntualiza en que cuando Romo se recuperó pudo decir claramente que el oficial Bracamonte, quien ya se desempeñaba como Jefe de la Departamental, le había pegado y esto no apareció nunca en la causa, explicó Luis Galli.