A más de un mes de la entrada en vigencia de la ley de acoso callejero en la Ciudad de Buenos Aires "no se registró una sola denuncia" contra esta práctica, según informó el Ministerio Público Fiscal porteño, y los vecinos todavía desconocen cómo deberían actuar en caso de ser víctimas.
La ley aprobada el 6 de diciembre de 2016, y que entró en vigencia el 25 de mayo pasado, determinó que el acoso es una contravención sancionada con "dos a diez días de trabajo de utilidad pública y multas de entre 200 y 1.000 pesos a quienes acosen sexualmente a otro en lugares públicos o privados siempre que el hecho no constituya un delito".
Sin embargo, tres agentes de la Policía de la Ciudad consultados por esta agencia hoy en las inmediaciones de Plaza de Mayo dijeron desconocer la ley y el protocolo que deben llevar adelante en caso de recibir una denuncia de acoso callejero.
"Escuché de la ley en la tele pero la verdad es que no sé cómo es el mecanismo para denunciar en caso de que me pasara algo así en la calle", dijo a Télam Mora, una vecina de Balvanera.
Lo mismo le sucede a Romina, de Villa Crespo, que si bien recuerda el caso de Lucía Cabrera, la joven que denunció a un taxista que la siguió durante dos cuadras en el barrio porteño de Chacarita, no sabría cómo reaccionar ante un hecho semejante.
Laura, de Caballito, admitió estar familiarizada con la nueva legislación, pero cuestionó su practicidad: "Para hacer una denuncia de alguien que te grita por la calle, tenés que buscar un policía que justo esté por la zona o acercarte a una comisaría".
Respecto a la cantidad de denuncias registradas, Raquel Vivanco, coordinadora de la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumalá) criticó que "no existan cifras oficiales al respecto" y adelantó que se encuentra trabajando en una ley a nivel nacional que contemple la creación de una línea telefónica que, además de recibir pueda registrar los casos de mujeres afectadas.
"El acoso esta muy naturalizado, es una de las violencias de género más extendidas que sufrimos las mujeres, sin embargo es muy difícil cuestionarlo y visibilizarlo, la ley exige campañas de sensibilización por parte del gobierno de la Ciudad", explicó Vivanco.
Asimismo, remarcó que la normativa también establece una "capacitación de las fuerzas de seguridad y los agentes que intervienen en la toma de denuncias y esa capacitación no se hizo".
Tanto el Gobierno porteño como el nacional, agregó Vivanco, "avanzaron contra el presupuesto de organismos encargados de defender los derechos de las mujeres, lo que demuestra que estas temáticas no forman parte de su agenda de políticas públicas".
A su vez, fuentes de la Policía de la Ciudad confirmaron que se está capacitando en talleres de género a los más 19 mil agentes que conforman la fuerza: "Se están capacitando a los efectivos en grupos porque no podemos sacar a todos de la calle".
Sin embargo, Genoveva Cardinali, responsable de una fiscalía especializada en violencia de género calificó de "positiva" la existencia de una ley que apunte a "sancionar este tipo de conductas".
"La sanción y puesta en marcha de la normativa no es un mal paso, es un avance pequeño", dijo y opinó que "lo que puede estar pasando es que la mayoría de los hombres y muchas mujeres no lo ven, les parece una exageración hacer la denuncia y es eso lo que hay que cambiar: la naturalización de una vulnerabilidad hacia las mujeres", señaló la fiscal.
Esta naturalización hace que las personas no vean "esta conducta como algo ilegal ya que para muchos es aprobada y realimentada" sostuvo Cardinali y remarcó que "vemos todos los días en televisión el acoso a las mujeres, ahí se tendría que llamar acoso televisivo".
"Somos contradictorios de sancionar esas conductas en la vía pública cuando la vemos todos los días en la tele", sentenció la fiscal.