Su nombre es Taylor Hazlewood y un día descubrió que una foto suya apareció en un documental de la plataforma de streaming de Netflix que habla de la vida de un asesino. Si bien Taylor no tenía nada que ver con este criminal, la aparición de la fotografía afectó muchísimo su vida personal e incluso profesional.
Este joven residente de Kentucky, Estados Unidos, tuvo que pasar uno de los peores momentos de su vida y su experiencia fue tan traumática que decidió demandar a Netflix.
Taylor empezó a recibir mensajes y llamadas de sus amigos preguntándole por su aparición en el documental “El mochilero del hacha”, por lo que el hombre de 27 años al principio no entendía bien de lo que le estaban hablando y quiso saber a qué se referían sus amigos.
Hazlewood se dio cuenta de que una de sus fotografías aparecía en una serie de imágenes con las que ilustraron una producción sobre el asesino Caleb Lawrence “Kai” McGillvary, quien fue arrestado en 2016.
Desde el momento en que su foto apareció en la tira de Netflix, tuvo que explicar a sus amigos y personas en general, incluso a desconocidos que no está implicado en el crimen que se menciona y que todo se trató de un error de los editores del documental.
Por este motivo, el joven demandó a la compañía de streaming por difamación y uso indebido de su fotografía, la cual había tomado y publicado en Instagram en 2019, tres años antes del lanzamiento del documental.
¿Quién es el asesino real del documental?
El asesino del que se habla en la producción era un joven en situación de calle que saltó a la fama tras darse a conocer que había salido en defensa de unas personas que fueron atacadas por un desconocido.
Sin embargo, semanas después se descubrió que estaba involucrado en un asesinato.
En el documental, se presentan testimonios y videos donde se narra la historia de este “héroe” que terminó siendo villano tras haberse convertido en el principal sospechoso del asesinato de Joseph Galfy, quien fue encontrado muerto en su casa, por lo que fue sentenciado a 57 años en la cárcel.
