Hollywood ha quedado conmocionado tras recibir la dura noticia de la enfermedad de Eric Dane, una de las figuras principales de la legendaria serie Grey’s Anatomy. El actor, que también es parte del elenco de Euphoria, confirmó que sufre de esclerosis lateral amiotrófica (ELA).

La noticia fue dada por el propio Eric Dane en una entrevista exclusiva con People, donde reveló su diagnóstico. Según contó el actor, se enteró recientemente de la enfermedad que padece y sabe que le generará una degeneración progresiva causada por parálisis muscular.
“Me diagnosticaron ELA. Estoy agradecido de tener a mi querida familia a mi lado mientras navegamos por este nuevo capítulo”, sostuvo Eric Dane quien tiene 52 años está casado con Rebecca Gayheart, con quien tuvo dos hijos, Billie Beatrice, de 15, y Georgia Geraldine, de 13.

Acerca de su futuro profesional, el actor fue muy optimista. “Me siento afortunado de poder seguir trabajando y estoy deseando volver al set de Euphoria la semana que viene. Les pido amablemente que nos den privacidad a mi familia y a mí durante este tiempo”, expresó en medio de esta dura situación personal.
Qué es la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), la enfermedad que padece Eric Dane
La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es una enfermedad neurológica grave y progresiva que afecta las neuronas motoras, es decir, las células nerviosas que controlan el movimiento de los músculos voluntarios, como los que usamos para hablar, tragar, caminar y hasta respirar.
Estas neuronas se degeneran y mueren con el paso del tiempo, provocando que los músculos se debiliten y se atrofien hasta que dejen de funcionar. Sin embargo, la mente, los sentidos y las funciones automáticas (como los latidos del corazón o la digestión) generalmente no se ven afectadas.
Los posibles síntomas son los siguientes:
- Debilidad muscular progresiva
- Dificultad para hablar (disartria) o tragar (disfagia).
- Calambres, espasmos o rigidez muscular.
- Problemas para respirar en etapas avanzadas.
- Pérdida de movilidad.
La esperanza de vida varía mucho según la persona y el tratamiento, pero en promedio, muchas personas viven entre 2 y 5 años tras el diagnóstico. Sin embargo, con los cuidados necesarios, puede suceder que la vida se prolongue por más tiempo.