Hace unos días, en las redes sociales se viralizó una foto en la que se ve a un chico dándose un baño junto a dos yaguaretés y un perro. Lo primero que se pensó que sería un producto del Photoshop, pero luego se confirmó que es real.
Tiago Silveira, de 12 años, es el joven que aparece en la foto. Sus padres son Leandro Silveira y Anah Jacomo, biólogos a cargo del Instituto Jaguar de Brasil, que se encuentra en el estado de Goiás, en el centro del país, y cuyo principal objetivo es preservar a este felino, el más grande de América. "Mi hijo nació en un ambiente con yaguaretés y aprendió a lidiar con ellos desde que era un bebé. Obviamente ponemos límites, pero él ya sabe cómo comportarse. Es muy natural para él", contó el papá, que fue quien sacó la foto que luego se hizo viral.
Por su parte, Tiago le contó a la BBC que "es una relación de amor y respeto, siempre me gustó ayudar a mis padres a cuidar de los animales" y que tiene algunos amigos que "me dicen que la imagen es falsa, pero a muchas otras personas les gusta y quieren conocer a los yaguaretés". Y agregó: "Es bueno mostrar algo de mi experiencia a quienes no han tenido tanta suerte como yo".
Según explicó Leandro, si bien los yaguaretés no tienen a los humanos como presas, "es crucial entender los límites. Cuando quiera proximidad, vendrá. No son animales sociales, pero crean vínculos de por vida con los humanos".
Por su parte, Anah aclara que nunca hubo ningún tipo de problema entre su hijo y los yaguaretés, pero que igual nunca los deja solos. "Siempre hemos sido muy cuidadosos con los yaguaretés y con cualquier otro animal. Nuestras reglas de seguridad son muy claras", remarcó.
La reserva está emplazada en 50 hectáreas que son propiedad de los biólogos, a las que no se permite el ingreso de visitantes, por respeto a los animales. Originalmente solo querían estudiar a los yaguaretés, pero luego, a pedido del Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables, comenzaron a dedicarse a criar cachorros huérfanos.
"Para nosotros es una búsqueda eterna de ingresos, porque nunca recibimos financiamiento público", cuenta Leandro y agrega que el 95% del dinero proviene de ellos y solo el 5% de donaciones. Hoy, albergan a cuatro cachorros y ocho adultos. Y durante la última década, han pasado 35 animales por el Instituto.