Sam Ballard estaba festejando su cumpleaños número 19 cuando una tontería cambió su vida para siempre. En el medio del festejo, sus amigos lo desafiaron a que se coma una babosa que estaba en el piso. Él aceptó y ese fue el comienzo del fin. Ahora, los medios informaron que falleció.
La trágica historia de Sam comienza en el día de su cumpleaños, en el año 2010. Él se comió la babosa y a los pocos días comenzó a sentir que le dolían las piernas. Fue hospitalizado en el Royal North Shore y quedó en coma. Cuatrocientos veinte días después despertó, pero quedó tetrapléjico. ¿El problema? Una infección en el cerebro provocada por un parásito conocido como Angiostrongylus Cantonensis.
La bacteria estaba en la babosa luego de que ésta se alimentara de heces de rata. Este parásito causa una enfermedad llamada "meningoencefalitis eosinofílica", cuyos síntomas son dolor de cabeza intenso, náuseas, vómitos, convulsiones y otros trastornos neurológicos, y muchas veces puede ser curada.