Llegó septiembre, la savia comienza a movilizarse y produce la brotación de la mayoría de las plantas que estaban aletargadas. Las que más rápido resurgen son las enredaderas, ya que por su condición necesitan brotar antes que el resto y trepar hasta lugares altos que les permitan captar la luz, fotosintetizar y producir alimento para su desarrollo.
En estos días el crecimiento será muy agresivo, por lo que es importante ir guiando a las ramitas tiernas para que tomen la forma deseada, ya que más adelante se convertirán en palos duros y difíciles de dominar.
Aprovechá ahora que, sin siquiera atarlas, podrás ayudarlas a enredarse en cables o hierros que tengan la forma que deseás que tomen.
De esta forma, podrán dominar su crecimiento y evitarás tener que podarlas más adelante, que las plantas pierdan energía o se generen heridas en su follaje. Y otro dato más: a aquellas enredaderas que vayan a ascender a una pérgola, quitales el follaje de la base para que concentren toda la energía en la parte alta.