A jugar con Hugo, con la conducción de Gabriela Roife, fue un ciclo infantil interactivo donde los chicos llamaban para jugar con la pantalla. Mucho pasó luego de eso, pero el recuerdo de esta joven maestra jardinera sigue intacto en los corazones de los, ahora, no tan pequeños.
Todas las tardes, de lunes a viernes, trataban de que un duende animado supere los obstáculos que se presentaban. Y todo se realizaba desde casa, con una llamada. A pedido del competidor, se apretaban distintos botones para hacerlo saltar o agachar.
En una reciente entrevista en "TN Show", Gabriela explicó que: "Hugo tiene su origen en Dinamarca. Antes de llegar a la Argentina, pasó por otros países. A lo largo de los diez años que duró el programa, fueron tres los locutores que se pusieron en la piel del simpático personaje. Ellos tenían un casco con sensores que acorde a los botones que tocaban los chicos provocaba movimientos y gesticulaciones".
La conductora explicó por qué era tan difícil comunicarse para jugar, problema que han tenido muchos de los que entonces querían competir: "la mayoría llamaba en la hora del programa y siempre te daba ocupado. Había que hacerlo antes, donde se chequeaba que el teléfono estuviera apto para jugar. Una vez que estaba todo 'ok', la producción se comunicaba con vos para salir en vivo. Hay personas que jugaron varias veces".
Roife llegó al casting a través de conocidos, luego de haber participado en Magic Club y en Power Games. Cuando desapareció Magic Kids Gabriela se ocupé de su familia (3 hijos), su marido Eduardo y su casa.
Pero las ganas de volver a conducir permanecen intactas: "A jugar con Hugo lo hubiese seguido haciendo eternamente. Era como ir a visitar amigos. Me encanta todo lo que tenga que ver con interactuar con la gente. Hace poco me llamaron para unos eventos retro y todos me demostraron mucho cariño. El público me abraza, me besa, se acerca a pedirme un autógrafo. Quiero seguir cerca de ellos".
Mientras llega su nueva oportunidad, interactúa con sus seguidores en las redes, sobre todo en su cuenta de Instagram, donde las expresiones de cariño siguen sumando likes y comentarios los que años atrás la llamaban para jugar.