En muchas ocasiones hacer home office puede ser una salvación. Entre sus grandes ventajas, permite disponer de manera más independiente sobre los tiempos de trabajo y no perder tiempo en viajes hacia la oficina. En caso de las personas que tengas hijos pequeños, estar en casa también es una oportunidad para pasar más tiempo con ellos. Pero si bien tiene sus beneficios, también hay complicaciones: es difícil armar una rutina de trabajo y estar con la concentración al cien por ciento cuando suceden cosas alrededor. También, al tener horarios más flexibles, el horario puede extenderse hasta horas inimaginables.
Para intentar organizarse de la mejor manera y cumplir con el trabajo pero al mismo tiempo brindar un buen cuidado a los más chicos, el psicólogo Jesús Matos dio algunas claves a la revista Hola! sobre cómo afrontar esta nueva modalidad de trabajo y no perder la calma en el intento:
Explicale a tus hijos e hijas que vas a estar trabajando desde casa
Hacelo de una forma adecuada a su edad. Dales alternativas para que estén entretenidos, ya que muchas de sus interrupciones se deben al aburrimiento. También hay que explicarles cuándo y para qué te pueden interrumpir, es decir, dar información y comportarnos de forma coherente con ello. Por ejemplo, si les explicás que no te pueden interrumpir si no terminan la tarea e igual lo hacen, hay que reforzarlo y ser consecuente, o de lo contrario, lo harán todo el tiempo.
Aprender a gestionar la culpa
La culpa es una emoción que surge cuando pensamos que estamos haciendo algo mal. Si estás trabajando desde casa y tus hijos reclaman atención en un mal momento, el cerebro puede provocarte una sensación de culpabilidad. Por eso es importante diferenciar entre la reacción emocional y los hechos en sí. Probablemente, el resultado sea que tu tarea principal es trabajar durante ese horario, mientras que las necesidades básicas de tus hijos estén bien atendidas.
Estipular un horario
Aunque en un escenario regular, con los chicos en el colegio, lo ideal sería replicar el mismo horario que tengas en tu trabajo, puede que esto no sea tan estricto a la hora de seguirlo en la realidad. Si es posible, trabaja más intensamente cuando ellos estén durmiendo, será cuando rendirás más, y adapta tus pausas a su horario de comida, etc. Trabajar desde casa también implica ser flexible.
Asumir que va a haber interrupciones
Puede generar mucha frustración, sin embargo, hay que asumir que en casa es mucho más fácil que tengas que levantarte para atender a tus hijos o llamadas. Hay que pensar que en una jornada laboral en la oficina también hay distracciones: una llamada de teléfono, un comentario de un compañero, una petición de otro departamento.
Organiza el día siguiente
Al final del día y para tener que evitar pensar en qué les vas a dar de desayunar, comer o cenar al día siguiente, dedica un tiempo a organizar los menús. Eso te evitará estar pendiente de la comida de los chicos mientras trabajás.