Eruca Sativa: de Córdoba al olimpo del nuevo rock argentino

La banda revolucionaria en una charla íntima con Rumbos... completamente en lenguaje inclusivo.

Eruca Sativa: de Córdoba al olimpo del nuevo rock argentino

Hay un imán, una especie de hilo invisible que une a Eruca Sativa con Córdoba. Aunque hace tiempo que la banda vive y desarrolla su carrera en Buenos Aires, nunca olvidan que fue el under del rock cordobés el que les abrió las puertas para dar sus primeros pasos, allá por 2007.

Eruca Sativa
Eruca Sativa

"Yo te diría que tengo una relación especial con el público de ahí, pero quizás estoy siendo subjetiva porque me encanta ir a Córdoba, siempre estoy esperando el momento del año en el que vamos a tocar allá", dice a Rumbos Brenda Martin, bajista y vocalista de este power trío rockero que ya lleva junto 12 años.

Lula Bertoldi –cantante y guitarrista– tampoco quiere quedarse atrás con sus evocaciones de la provincia del fernet y el cuarteto: "Justo el otro día me acordaba de los años en que arrancamos con Eruca allá, toda esa época fue alucinante. Era increíble la cantidad de bares que contrataban bandas para que improvisaran en vivo, muchísimas jams, músicos y músicas buenísimos. Era muy característico de la noche cordobesa y yo no lo vi en otro lado".

Eruca Sativa
Eruca Sativa

Pero esta entrevista con Rumbos no sucede en Córdoba sino en Buenos Aires, a pocos días del lanzamiento de su sexto disco, Seremos Primavera. Estamos en un estudio de Palermo, y a pesar de que el tercer integrante del trío –el baterista Gabriel Pedernera– no pudo sumarse por otros compromisos laborales, las chicas conversan en nombre de Eruca Sativa con la confianza de alguien que viene compartiendo escenarios hace más de una década. Hablan siempre en lenguaje inclusivo ("nosotres", "todes"), fieles al espíritu de la nueva ola del feminismo en Argentina, que las encuentra comprometidas con la búsqueda de la igualdad de género en el rock.

En el nuevo disco, Seremos primavera, varias canciones reflexionan sobre el feminismo. ¿Fue algo que se dio naturalmente o lo pensaron de antemano?

Brenda Martin (BM): No sé si es que pensamos y premeditamos dar un mensaje constructivo, sino que nuestra forma de ser es así. Tratamos de cambiar las cosas que no nos gustan. Lo del feminismo es por supuesto reflejo de lo que estamos viviendo y lo que nos atraviesa. Hemos tenido una transformación muy profunda en nuestras personalidades, los pasos de los años, que vamos creciendo juntes. Incluso nuestra maternidad se refleja en este disco.

¿Qué sienten que diferencia este disco del anterior?

Lula Bertoldi (LB): Dijimos de empezarlo distinto, porque juntarnos los tres a zapar como power trío en la sala nos parecía un poco demodé. Entonces armamos un Dropbox donde empezamos a tirar ideas muy libres y con poco filtro. Llegamos a tener 10 o 20 ideas que podían ser melodías con una guitarra, un riff, pedazos de temas. Fuimos al estudio en diciembre con la idea de hacer las maquetas y nos dimos cuenta de que estábamos grabando el disco directamente. Estuvo bueno porque empezamos y terminamos el disco solo nosotres.

Con su disco anterior tuvieron dos nominaciones a los Grammys Latinos. ¿Cómo fue la experiencia de ir?

BM: Fue ir y perder en la primera categoría que anunciaron. Toda la expectativa, la alfombra roja. Llegamos, la primera categoría fue la nuestra y perdimos. Re triste (risas).

LB: Fuera de chiste, nos divertimos y estuvo buenísima la experiencia.

En otra entrevista dijeron que les chocó ver en los Grammys una fuerte presencia del reggaetón, con su mensaje tan machista. ¿Fue así?

LB: La escena musical latinoamericana tiene sus particularidades como siempre, y está bien, la gente elige qué consumir, y por qué lo consume será otro análisis sociológico. Esa ida a los Grammys nos despertó muchas preguntas. Fue fuerte ir ahí y ver tantas mujeres con tanta fuerza como Natalia Lafourcade o Mon Laferte. Había un montón de mujeres muy empoderadas y del otro lado reggaetoneros hablando con mensajes misóginos.

BM: Era muy contrastante y cuando estuvimos en el evento grande eso se veía mucho. La sensación de decir: tenemos que trabajar de acá al próximo disco para intentar que nuestra música vuelva a tener lugar y tome más peso. Es trabajo de los artistas hacer eso, y fue muy motivador estar ahí. Pensamos: necesitamos levantar la música nacional y el rock en Latinoamérica.

¿Creen que el movimiento feminista transformó en estos últimos años el ambiente del rock en el país?

LB: En los últimos dos años hubo un sacudón muy fuerte que aceleró el proceso y eso era muy necesario. Porque quizás hubiéramos estado 20 años más solo para empezar a hablar de una ley de cupos, y en menos de dos años que empezó esta nueva ola del feminismo se logró llegar a lugares impensados. Aún sin salir la ley ya la sociedad mira con otros ojos los escenarios y somos más críticos al momento de evaluar si hay mujeres o no.

Siempre hubo misoginia y discriminación en la música y en el rock. A veces con víctimas de abuso y a veces con micromachismos, pero era algo común por lo que una va pasando toda su vida pensando que son cosas naturales. Como que se te rían en una prueba de sonido o no te den importancia. Y ahora te plantás o no sucede porque no da. Nosotras somos grandes impulsoras de la ley. De todas formas, yo creo que si la sociedad logra avanzar sin necesidad de una ley siempre va a ser mucho mejor.

En los últimos premios Gardel, acá en Argentina, hubo muchas bandas y artistas jóvenes nominados. ¿Piensan que estamos atravesando una fuerte renovación de la escena musical local?

BM: Para mí es muy bueno lo que pasó. En el caso particular de los premios Gardel estuvo buenísimo que reflejen lo que está pasando en la realidad. Si un gran artista no recibió un premio Gardel y se le pasó el momento porque ahora es el turno de los nuevos artistas, me parece que tienen que entenderlo y festejarlo. La industria tiene que apoyar a los nuevos artistas que reflejan lo que está pasando actualmente en nuestra tierra para decir y comunicar, y son reflejos de los nuevos sonidos. Que los cimientos salgan y se vean.

Eruca Sativa
Eruca Sativa

¿Cómo ven hoy el semillero artístico del interior del país? ¿Es fácil desarrollarse sin estar en la capital?

BM: Justo el otro día estaba pensando que realmente para que te vaya bien tenés que trabajar en Buenos Aires. Podés crecer mucho y hacer un arte buenísimo, pero para que Argentina vea lo que hacés la Capital Federal es una cosa impresionante. Las redes sociales ayudan muchísimo, pero la realidad es que es difícil.

LB: Ahora hicimos una gira llamada Trío Tour, en la que tocamos en diferentes ciudades del interior acompañadas en cada fecha por un trío local. Nos movemos mucho para ver qué suena en cada ciudad y apoyar a las bandas locales. Encontramos bandas alucinantes que no conocíamos. Todas nos parecieron muy buenas. Son propuestas innovadoras que trascienden el rock y que tienen que ver con otras mixturas.

¿Cuáles recomendarían?

BM: Muchísimas. Hembra, Las Cáscaras, Melanie Williams, Fly Fly Caroline.

LB: El Cabloide, Ritualitos de bolsillo, Ninfas Latinas.

¿Creen que hay cierto estigma sobre el rock o la figura del rockero? Sobre todo después de la tragedia de Cromañón o algunos incidentes en otros recitales.

BM: No lo había pensado así, pero ahora que lo decís es un tema para charlar. En realidad, ¿está estigmatizado el rock o empezaron a suceder cosas que no estaban buenas? No lo tengo pensado. Lo que sí me parece es que los músicos y las músicas tenemos que sentirnos responsables por lo que sucede en nuestros shows. Creo que sirvió para que todes tomemos más conciencia de lo que pasa en nuestros shows, saber que hay que brindar seguridad para quienes nos van a ver. Es un aprendizaje para toda la sociedad.

La otra estigmatización puede ser también por cómo se comportan los músicos o muestran sus egos o sus locuras en los noticieros. Hay que ver en cada caso de qué se trata, porque muchas veces son también maneras de burlarse o protestar contra los medios, que a veces banalizan el mensaje del artista. Lo que sí me parece bueno es que los tiempos han cambiado y para mí les artistas tenemos que saber que tenemos una responsabilidad con la imagen que damos y las cosas que decimos sobre las cabezas de miles de personas.

Cuando se debatió la despenalización del aborto ustedes apoyaron la causa desde sus redes sociales. ¿Cómo deciden qué causas apoyar como banda?

LB: Con el tema puntual del aborto charlamos de mostrarnos a favor de la campaña porque sentimos que era muy necesario como personas comprometidas con la causa como tal. Trascendía a la música y a nosotres como artistas. Fue fuerte porque obviamente te exponés a un nivel donde sabés que mucha gente se va a ofender y te va a dejar de seguir, y están en todo su derecho de no escucharnos más. No hay pose en nuestras redes sociales. Somos eso. A veces cuesta que la gente se ofenda, pero lo hacemos porque son causas que si se visibilizan llegan a un lugar. Si les artistas y los actores y las actrices no dijeran lo que piensan para no ofender, por ahí no pasa nada más.

Hace poco hicieron su primera gira en España y ya tienen un público muy fuerte en países como Chile, Colombia o México. ¿Qué diferencias ven entre el rock argentino y el de Latinoamérica en general?

LB: Acá tenemos una música y músicos muy alucinantes. No se cómo decirlo, yo no encuentro parecido. No porque lo otro sea malo, pero es muy distinta y muy característica. Bandas increíbles, instrumentistas muy buenos. Me parece que eso es lo que tiene fuerte y cuando salís te das cuenta que acá hay algo especial.

BM: Sí, tenemos una escuela del folclore de la región mixturado con el jazz y con la música europea que hizo un semillero muy particular de estilos que no se ve tanto en otros lugares de Latinoamérica. En Argentina hay un lenguaje musical muy rico.