Aunque es común lavar la mayoría de los alimentos antes de consumirlos para garantizar su limpieza y seguridad, hay excepciones a esta regla. En particular, ciertos productos no deben ser lavados, ya que, al hacerlo, puede afectar negativamente su sabor, textura y calidad, ¿cuáles son?
Los 5 alimentos que no hay que lavar nunca
Los expertos de Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), publicaron una lista de productos que no deben lavarse nunca para evitar intoxicaciones alimentarias:
- Huevos: no deben lavarse tanto antes de guardarlos en la heladera como al momento de usarlos. La cáscara del huevo es porosa y está cubierta por una capa de cutícula que la hace impermeable, evitando que los gérmenes penetren en el interior. El lavar el huevo, se podría eliminar esta capa protectora y permitir que las bacterias entren en el alimento.
A su vez, recomiendan ciertas prácticas que se deben evitar:
- Dejar que el exterior del huevo contamine el interior al cascarlo.
- Usar la cáscara para separar la clara de la yema.
- Cascar el huevo en el borde del recipiente (sartén, plato, bol) en el que se lo va a usar o comer.
- Pollo: hace unos años, la Agencia de Seguridad Alimentaria Británica (Food Standards Agency, FSA) realizó un estudio sobre los hábitos de preparación del pollo en el Reino Unido. Los datos mostraron que más del 40 % de las personas lavaban el pollo antes de cocinarlo, una práctica que, en realidad, puede incrementar el riesgo de toxiinfección alimentaria en lugar de reducirlo.
Para garantizar la seguridad alimentaria, es crucial:
- Cocinar el pollo completamente, evitando que quede semi-crudo.
- Evitar la contaminación cruzada, utilizando utensilios y tablas de cortar diferentes para el pollo crudo y otros alimentos.
- Filetes de cerdo o ternera: al igual que con el pollo, los filetes de cerdo y ternera no deben lavarse. Esto se debe a que el agua puede eliminar nutrientes, sabores y aromas esenciales de la carne. Para prevenir posibles intoxicaciones alimentarias, hay que asegurarse de cocinar bien estos tipos de carne.
- Setas: tanto silvestres como cultivadas, no deben lavarse con agua, ya sea bajo el chorro o sumergiéndolas. Esto se debe a que pueden perder mucho sabor y aroma, además de absorber demasiada agua, lo que afecta su textura al cocinarlas.
Desde OCU, recomiendan:
- Limpiar las setas utilizando un trapo húmedo o un cepillo para quitar la tierra suelta.
- Pelar el sombrerillo si está muy sucio o cortar las partes dañadas o estropeadas.
- Blanquear en agua hirviendo si se va a añadirlas a un guiso.
- No comer setas crudas.
- Verduras en bolsa: Las verduras en bolsa, como espinacas, acelgas y ensaladas, suelen ser lavadas con desinfectantes en bajas dosis para eliminar patógenos, lo que las hace bastante seguras para el consumo. Por lo tanto, no es necesario lavarlas nuevamente antes de usarlas.