Los problemas legales entre Victoria Vannucci y Matías Garfunkel tras su separación tomaron un giro inesperado hace un par de semanas, cuando se revelaron videos de una dura agresión. El incidente ocurrió en el hogar de la mediática, cuando el empresario acudió a su casa y, frente a sus hijos, protagonizó un momento de gran violencia. Este suceso dejó mucha controversia y dio lugar a intensas especulaciones.
Victoria fue llevada de urgencia a una clínica debido a las lesiones que sufrió, mientras que Garfunkel fue arrestado y posteriormente trasladado a un centro médico para recibir atención por su salud mental. Sin embargo, esta historia continúa desarrollándose, en un contexto muy delicado donde todo parece posible.
Después de haber sido liberado recientemente tras pagar una fianza de mil dólares, Matías fue nuevamente detenido en una cárcel de Utah, Estados Unidos, por haber violado dos medidas judiciales: una orden de restricción perimetral y una orden de protección. El empresario no cumplió con las normativas impuestas por la ley y, en un nuevo incidente amenazante, terminó siendo llevado nuevamente a prisión.
Cabe destacar que, además de la orden perimetral que le prohíbe acercarse a una cierta distancia de su ex, la Justicia también había impuesto una orden de protección hacia su exmujer, la cual le prohibía cualquier tipo de contacto o acercamiento sin la presencia de las autoridades policiales correspondientes.
Cuánto tiempo estará en prisión Matías Garfunkel
Garfunkel tiene prohibido acercarse a sus ex durante tres años, mientras que el contacto con sus dos hijos, Napoleón e Indiana, quienes están al cuidado de su madre, solo debe ser a través de videollamadas o en presencia de un terapeuta. Esta medida fue establecida para evitar que la persona involucrada tenga contacto directo con personas a quienes podría causarles algún daño. Sin embargo, el empresario aparentemente ignoró esta restricción.
El acto de rebeldía le costará caro al empresario, ya que se especula que podría enfrentar un año de prisión, a menos que llegue a un acuerdo con el juez y se declare culpable. También existe la posibilidad de que quede en libertad, pero en ese caso lo haría con una tobillera electrónica y, por supuesto, bajo la condición de no volver a infringir la ley.