Malvinas y el mito del renacer del rock nacional

Hay una idea establecida en la historia del rock argentino: que la prohibición de la difusión de la música en inglés le dió un espaldarazo al movimiento joven que había nacido a fines de los años 60. A 40 años de la guerra, ese relato también entra en discusión.

Malvinas y el mito del renacer del rock nacional
El Rocky y la Guerra de Malvinas, ¿cómo fueron las cosas?

Se suele pensar la relación entre el rock argentino y la guerra por Malvinas de 1982, como un antes y un después para el movimiento musical. Como si el conflicto bélico le hubiera dado una entidad y un espaldarazo de difusión que lo habría convertido en fenómeno de masas. Lo cierto es que las cosas no fueron así.

El rock argentino (o nacional como comenzó a decirse en 1982) había pegado una remontada tras la reunión de Almendra en diciembre de 1979: 30 mil personas agotaron las entradas para ver al legendario grupo de Luis Alberto Spinetta. Un año más tarde, 60 mil espectadores acudieron a un espectáculo gratuito en La Rural para ver a Serú Girán, que con Bicicleta se transformó en el grupo indiscutido de aquel momento.

Para ellos, tres shows en Obras a tope era casi una rutina. La toma de Malvinas por parte de la dictadura militar encabezada por Leopoldo Galtieri en 1982, más que favorecer al rock lo puso en una situación difícil: ideológicamente todavía abrazaba el pacifismo –reverdecido por el asesinato violento de John Lennon en diciembre de 1980-, y el mote de “extranjerizante” era un estigma que pesaba en la fervorosa ola nacionalista que levantó el conflicto.

En un artículo de la revista Expreso Imaginario, Marcelo Morano, director de FMR (Frecuencia Modulada de Rivadavia), aseguraba que no hubo una prohibición oficial, y que “la prohibición vino por parte del público que llamaba por teléfono para protestar cada vez que pasábamos un tema en inglés”.

En el mismo artículo, Daniel Ladogana, programador de la rival Del Plata, sostenía idéntico argumento. Hoy, Willie Campins, que fue musicalizador de FMR recuerda que la emisora debió reconvertir rápidamente su programación. “Nosotros pasábamos una música muy ecléctica; Del Plata pasaba más rock, FMR también, pero mezclado con sonidos más vinculados al jazz como Pat Metheny. No poder pasar temas en inglés nos trajo un gran problema porque poníamos muy poco rock argentino, por lo que tuvimos que desempolvar discos de Melimelum, Pedro Conde y Miguel Krochik, que nunca poníamos. Y a la audiencia le cayó bien”.

La reunión de Almendra en diciembre de 1979 es uno de los hitos del rock
La reunión de Almendra en diciembre de 1979 es uno de los hitos del rock

Ese dato explica una situación: no había suficiente material de rock en castellano como para abastecer una programación diaria. Y pese a la zozobra económica por la pésima gestión económica de los militares, sumada a las erogaciones que implicaba la guerra, fue recién ahí cuando las compañías discográficas salieron a buscar nuevos intérpretes, viendo la necesidad de mayores ediciones de rock.

La censura agregó mayor dificultad a la reconversión de las programaciones. Nada nuevo: la censura ya venía de antes, e incluso durante el gobierno constitucional de Isabel Perón también se hizo sentir. Campins acota que “la censura era muy inorgánica, más sobre canciones que sobre intérpretes, salvo nombres específicos como César Isella o Mercedes Sosa. Pero había temas de León Gieco que no podíamos programar. Yo no recuerdo un comunicado oficial, pero extraoficialmente nos llegó la noticia de que no había que pasar música en inglés”.

Es inevitable asociar a Raúl Porchetto con Malvinas porque el cantautor mercedino escribió varias canciones sobre la cuestión. “La primera que se conoció –explica Porchetto- fue ‘Este hermanito a casa volvió’, que salió en mi disco Ché, Pibe; tenía escrita ‘Reina Madre’, pero fue prohibida y tuvo que salir en el disco siguiente, ya en democracia”.

Por sugerencia de un amigo atento a la efeméride de los 40 años del conflicto austral, Porchetto compuso una nueva canción sobre Malvinas: “Ayer, hoy y siempre”. “Malvinas me conecta con el absurdo de la guerra –continúa el compositor-. En 1982 pude ir a Campo de Mayo a saludar, ver a los muchachos que estaban allí, recién vueltos de las Islas. Fue un dolor terrible ver a chicos con heridas de todo tipo, psicológicas también”.

La letra de la nueva canción de Porchetto habla de chicos de barrio y de pueblo empujados hacia la locura bélica, sin olvidar el reclamo soberano: “Pero todos, ellos y nosotros/ sabemos que un día se volverá a izar, la celeste y blanca/ Sin sangre y sin balas”. Que así sea.