Este domingo, Mía Cambiaso escribió su nombre en la historia grande del polo internacional. Con tan solo 22 años, fue parte del equipo La Dolfina Scone que se coronó campeón del British Open, el torneo más prestigioso de Europa. Pero eso no fue todo: compartió la cancha con su papá, Adolfo Cambiaso, ídolo absoluto del deporte, y juntos levantaron la ansiada Copa de Oro.
En una final reñida frente al equipo francés Kazak, el conjunto argentino se impuso 9 a 8, logrando un triunfo épico que emocionó tanto a los protagonistas como a los fanáticos del polo. Para Adolfo, significó su décimo título en este certamen, y para Mía, un debut dorado.

Mía Cambiaso: juventud, talento y legado familiar
Hija de Adolfo Cambiaso y de la exmodelo María Vázquez, Mía creció entre caballos, palos de polo y competencias. Desde chica se mostró interesada por seguir el legado familiar, pero fue recién en los últimos años cuando se lanzó de lleno a competir a nivel profesional.

Hoy, con una presencia cada vez más consolidada en las canchas, Mía también se destaca por su carisma y estilo. En Instagram, donde supera los 39 mil seguidores, compartió imágenes del triunfo con un mensaje que lo dice todo: “Con papá”. La publicación superó miles de likes y recibió cientos de comentarios celebrando su gran presente.

“Jugar con ella es distinto de haberlo hecho con Poroto”, confesó Adolfo tras el triunfo, en referencia a su hijo mayor. “Quería darme la chance de jugar con Mía y pude hacerlo. Ella era la más ansiosa, así que traté de transmitirle tranquilidad”.

A pesar de una lesión que lo obligó a salir en los minutos finales, Cambiaso fue clave para guiar al equipo hasta el título. En sus redes, expresó su emoción con un mensaje que dejó en claro la magnitud del logro: “Otro sueño cumplido en mi carrera… Ganar la Copa de Oro en Inglaterra con mi hija. Una locura”.

Por su parte, María Vázquez también compartió su alegría desde la distancia: “Nunca sueñes lo que otros han logrado, logra lo que jamás nadie ha soñado”, escribió en sus historias, sumando una dedicatoria especial: “Manta para mi preferida”.
