Agustín Franzoni confesó tener videos íntimos de su ex pareja y generó repudio: “Salen una fortuna”

El influencer provocó enojo en las redes al admitir que guarda contenido íntimo de una expareja, lo que desató una ola de cuestionamientos.

Agustín Franzoni confesó tener videos íntimos de su ex pareja y generó repudio: “Salen una fortuna”
Agus Franzoni.

En una reciente edición de Circuito Cerrado, el programa de La Casa Streaming, se produjo una situación incómoda que no tardó en viralizarse en redes sociales.

Agustín Franzoni
Agustín Franzoni

Durante un juego de consignas, Manu Viale, Chopa Montoya, Agustín Franzoni y otros miembros del staff tenían que elegir entre los carteles “lo haría”, “se charla” o “me separo” al responder sobre diferentes escenarios en una relación sentimental. La consigna que generó más polémica fue: “guardar fotos íntimas del ex”.

La terrible confesión de Agustín Franzoni sobre los videos íntimos que tiene de su ex pareja

Mientras la mayoría levantó el cartel de “me separo”, dejando en claro que no aceptarían esa conducta en su pareja, Franzoni sorprendió primero al optar por “se charla” y luego por “lo haría”. Inmediatamente, lanzó frases que incomodaron a los presentes: “Tengo un par de videitos que no voy a borrar. ¿Cómo se van a borrar? No los borro ni en pe… En un par de años capaz que salen fortuna. Están bien guardados en una memoria”.

La reacción de los presentes fue de evidente incomodidad, y Chopa Montoya no dudó en marcar postura con firmeza: “Yo me separo y te denuncio”, expresó antes de dar paso a la siguiente consigna. Aunque el momento generó tensión en la mesa, el resto del equipo prefirió seguir adelante rápidamente. En redes sociales, en cambio, los dichos de Franzoni despertaron una fuerte ola de críticas y derivaron en la “cancelación” del bailarín, especialmente por su pasado vínculo con Flor Jazmín Peña, actual pareja de Nico Occhiato.

Si bien Franzoni nunca aclaró a qué expareja pertenecerían los videos que asegura conservar, los usuarios cuestionaron con dureza sus declaraciones, subrayando lo problemático de hablar de un material íntimo que la otra persona podría ignorar que aún existe, incluso si en su momento fue grabado con consentimiento.

Más allá de la anécdota, la situación abre un debate de fondo en el plano legal: en Argentina, la difusión o incluso la amenaza de difundir contenido íntimo sin permiso constituye un delito enmarcado como violencia digital. Además, conservar este tipo de material en contra de la voluntad de la otra persona puede interpretarse como una vulneración a la privacidad, y aunque permanezca en un terreno gris, cualquier intento de difusión o comercialización está penado por la ley.