El papa Francisco brindó este martes en la basílica de San Pedro del Vaticano una misa en honor a Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de México, en la cual se refirió particularmente a la situación de América Latina.
El Sumo Pontífice afirmó que la fecundidad de la región exige "defender a los pueblos de una colonización ideológica que cancela lo más rico de ellos, sean indígenas, afroamericanos, mestizos, campesinos, o suburbanos".
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A su vez, aprovechó la ocasión para destacar la "riqueza y la diversidad cultural de nuestros pueblos de América Latina y el Caribe" y aseguró que "esta riqueza hay que cultivarla y defenderla valientemente de todo intento homogeneizador que termina imponiendo -bajo eslóganes atrayentes- una única manera de pensar, de ser, de sentir, de vivir".
En su homilía, también defendió una "Iglesia con rostro mestizo, con rostro indígena, afroamericano, rostro campesino" y que tenga "rostro pobre, de desempleado, de niño y niña, anciano y joven para que nadie se sienta estéril ni infecundo, para que nadie se sienta avergonzado o poca cosa".
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El Pontífice criticó asimismo el sentimiento de vergüenza o de menosprecio que puede estar presente en algunas comunidades "indígenas y afroamericanas, que, en muchas ocasiones, no son tratadas con dignidad e igualdad de condiciones".
Pero también "en las mujeres que son excluidas en razón de su sexo, raza o situación socioeconómica; jóvenes, que reciben una educación de baja calidad y no tienen oportunidades de progresar en sus estudios ni de entrar en el mercado del trabajo para desarrollarse y constituir una familia".