En 2014 se estrenó MasterChef Argentina, un programa gastronómico, basado en el formato inglés, transmitido por la pantalla de Telefe. Con Mariano Peluffo como conductor; y Donato de Santis, Germán Martitegui y Christophe Krywonis como jueces, el éxito estaba asegurado.
Una de las participantes conquistó el corazón de la audiencia desde el primer día. Se trataba de Elba Rodríguez, una humilde cocinera, madre soltera, sin experiencia profesional, que deslumbró a todos con su sopa maní. Había aprendido la receta de su familia, de origen boliviano, donde el plato es muy popular.
Elba se consagró ganadora: le publicaron un libro, le otorgaron una beca de un año en el instituto internacional de artes culinarias Mausi Sebess y -lo más importante- la beneficiaron con $250 mil.
El reality le cambió la vida. Ese mismo año, cumplió su sueño de conocer a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en el marco de un evento en Tecnópolis.
Al poco tiempo, pudo terminar de construir su casa en la localidad de Villa Centenario, ubicada en el partido de Lomas de Zamora, donde todavía vive con su hija Agustina. Además, pudo iniciar un emprendimiento de catering.
El duro momento que vivió Elba Rodríguez
Todo iba bien, hasta que un evento la descolocó. Según había contado en varias ocasiones, luego de la pésima experiencia con el padre de su Agustina, la cocinera desconfiaba del amor. Sin embargo, el año pasado, conoció a un hombre y, entusiasmada, se comprometió. Tras solo un mes de noviazgo, fijaron fecha de casamiento.
La historia no tiene final feliz: pronto, la pareja se dio cuenta de que se había terminado el amor y tomaron caminos separados. A eso se sumó una operación de marcapasos del padre de la chef.
En una entrevista con la revista Paparazzi, Elba confirmó que entró en depresión: “Estaba desanimada, con ganas de dormir todo el tiempo, por momentos me desconectaba”. Respecto a su relación, aclaró: “Nos apuramos mucho y eso también nos jugó en contra”.
“Toqué el cielo con las manos y de repente todo se terminó. Tantos proyectos hermosos por realizar quedaron en la nada”, remató. Lo cierto es que, aferrada al amor de su familia, su pequeña y el trabajo incansable que caracterizó toda su vida, la mujer de está saliendo adelante.
En las redes sociales, donde mantiene una activa interacción con sus seguidores, se muestra cocinando, jugando, dando consejos. Generalmente, desde la cocina: su lugar en el mundo.
Ahora, con el regreso del programa, de la mano de Wanda Nara como conductora, el recuerdo de Elba sigue más presente que nunca entre la audiencia del reality de cocina.