Con la llegada del frío, aparecen también enfermedades y problemas en la piel típicas del invierno. Entre ellas, están los sabañones. Se trata de eritemas o pernios que se producen en el cuerpo por las bajas temperaturas y la humedad.
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Las zonas más comunes en las que suelen manifestarse son la nariz, las orejas, en los dedos de las manos y de los pies. Producen dolor o picor intenso, rojez en el lugar afectado y falta de hidratación, que a simple vista se traducen en sequedad.
¿Cómo prevenirlos?
Para evitarlos, hay que estar bien abrigados desde los primeros fríos, con accesorios como gorros, guantes y bufandas para tapar las orejas y las manos, sobre todo.
Además, hay que usar ropa y calzado adecuado a la estación en la que nos encontramos y es fundamental que nuestra casa no concentre humedad.
¿Cómo combatirlos?
Hay una serie de tratamientos naturales que ayudan a eliminarlos en el menor tiempo posible, aunque aproximadamente perduran por dos semanas. Un remedio casero y efectivo para las personas que padecen la presencia de sabañones es el kiwi. Debido a la gran cantidad de Vitamina C y E, potasio, Zinc, ácido fólico, luteína y Omega-3 que posee esta fruta, la piel se regera rápido y favorece a que se vayan.
Otra opción es exprimir un limón y aplicar algunas gotas sobre las zonas afectadas, varias veces al día, para bajar la inflamación y las molestias que producen.
Por último, otra propuesta efectiva para combatirlos es armar un ungüento con cebolla cruda, miel y sal y aplicarla generosamente en las partes afectadas por lo menos dos veces al día, friccionando de forma ligera.
En los casos más severos, que llegan a presentar ampollas, un consejo simple (y que seguro tendrán en sus casas) es esparcir con un pincel o brocha una cantidad de aceite de trigo o común sobre los sabañones, para aliviar el dolor y acelerar la curación.