Más de una vez, la mayoría de nosotros abrió un paquete de snacks y sintió una gran desilusión al ver que esa enorme bolsa sólo contenía unas cuatro o cinco papas fritas. Todo parece ser una estrategia por parte de las empresas que las fabrican, aunque se supo que existe otro motivo para que esto suceda.
Según el doctor Miguel Lurueña, licenciado en ciencia y tecnología de alimentos, el aire que posee el envase tiene que ver con la conservación de su contenido.
En una nota publicada por el diario español El País, Lurueña explica que para que las papas mantengan su color dorado, su contextura crocante y su sabor tradicional, "es necesario utilizar un envase formado por un material que haga de barrera frente a la luz, el oxígeno y la humedad".
Pero además, debe reunir una serie de aptitudes mecánicas y comerciales. Como es difícil que un solo material cumpla todas las características necesarias, se suele utilizar una estructura formada por múltiples capas con láminas de diferentes materiales.
Por otra parte, para que el aire del interior de la bolsa y su contenido en oxígeno no provoque la oxidación de los lípidos, se utiliza lo que se conoce como envasado en atmósfera modificada o atmósfera protectora. Este método consiste en sustituir el aire del interior por un gas o una mezcla de gases que lo protejan del deterioro.
Con estos procedimientos, se consigue prolongar la vida del producto hasta por seis meses, sin necesidad de utilizar aditivos. De paso, el gran volumen de gas protege el producto frente a roturas por impacto o aplastamiento. Sin embargo, se trata de un método costoso y eso hace que el producto sea más caro.